Hacia ya tiempo que me mostraba apático y no reunía las fuerzas necesarias para sentarme frente al teclado y escribir. Hoy, si, así de repente, me ha vuelto el ímpetu de antaño.Leía, ya sin sorpresa ninguna (uno que ha oído muchas barbaridades) como Paolo Vasile directivo de "Telecirco" afirmaba sin rubor alguno (el tío mañana saldrá de nuevo a la calle, seguro) que Belén Esteban es la precursora del movimiento 15-M. Al parecer ella encarna mejor que nadie, según dice el italiano, el sentir del pueblo, su indignación.El de hoy, no es sino un insulto más, uno nuevo. El movimiento nace (siento estar repitiéndolo tanto últimamente) de las entrañas de Internet, de los jóvenes más preparados que ha dado España. Sobra decir que en esta revolución caben todos. Es pues la sentencia de este tipo con pelo cano la que más me ha dolido (resulta que cosas de estas muchos se las creen). Por otra parte esta no es la única injuria. De los indignados se ha dicho que son agresivos, que son ilegales, que son sediciosos, que son violentos, que son perroflautas, que son pulgosos y lujuriosos, que son delincuentes, que son unos golpistas como Tejero, que son totalitarios, que son antisistema, que tienen entrenamiento en kale borroka de ETA, que son una guerrilla urbana, que son cuatro gatos mal contados, que son niñatos enrabietados, que son batasunos, que son cachorros de Rubalcaba, que son ratas, que son insalubres, que son delirantes... Ahora, me veo aquí sentado, oyendo música, brillante la pantalla del ordenador delante mía, pienso. Pienso que en poco menos de dos meses estaré en el Grado (gracias al magnífico plan Bolonia) de Periodismo. Hasta no hacía mucho admiraba esta profesión, veía en ella un modo de chillarle al mundo, de mostrar al resto de los mortales la crudeza de la realidad. Con poca experiencia en esto de la mayoría de edad debo elegir lo que seré por el resto de mis días. Es momento de reflexionar. Me doy cuenta de lo equivocado que estaba, que desde los grandes rotativos lo único que se hace es pervertir lo ocurrido, las verdades se resumen, posteriormente se empaquetan y cual transgénicos después se ofrecen a la población, ahora ya como mentiras, eso si, más bonitas, más claras (nadie dijo que nuestro mundo fuese diáfano).De esa forma los de derechas engullen sus "noticias transgénicas", los de izquierdas hacen lo propio pero en vez de plátanos ellos prefieren ciruelas. En esta tesitura se ve uno, ¿ rojo o azul?. Finalmente termino leyendo determinada prensa latinoamericana para saber lo que ocurre en mi país. No, pero si la prensa europea es seria - me dicen algunos-. ¿Quién dice usted que es fiable? la prensa inglesa....siii... claro.... El Real Madrid fichará a Messi ¿se acuerdan? Europa está en las mismas que nosotros (llámenme "conspiranoico loco", me da igual).A todo esto, como ya digo, en breve me voy a Madrid a estudiar periodismo pero teniendo claro lo que es y lo que debería ser esta profesión que a pesar de todo creo puede reinventarse y apostar por la adecuada gestión de la información (adaptarse o morir, los ciudadanos ya somos comunicadores en potencia).Disculpen, ¿de que estaba yo hablando?, ¡ah! ¡sí!, de lo de la Esteban, pues es cierto, duele.
Hacia ya tiempo que me mostraba apático y no reunía las fuerzas necesarias para sentarme frente al teclado y escribir. Hoy, si, así de repente, me ha vuelto el ímpetu de antaño.Leía, ya sin sorpresa ninguna (uno que ha oído muchas barbaridades) como Paolo Vasile directivo de "Telecirco" afirmaba sin rubor alguno (el tío mañana saldrá de nuevo a la calle, seguro) que Belén Esteban es la precursora del movimiento 15-M. Al parecer ella encarna mejor que nadie, según dice el italiano, el sentir del pueblo, su indignación.El de hoy, no es sino un insulto más, uno nuevo. El movimiento nace (siento estar repitiéndolo tanto últimamente) de las entrañas de Internet, de los jóvenes más preparados que ha dado España. Sobra decir que en esta revolución caben todos. Es pues la sentencia de este tipo con pelo cano la que más me ha dolido (resulta que cosas de estas muchos se las creen). Por otra parte esta no es la única injuria. De los indignados se ha dicho que son agresivos, que son ilegales, que son sediciosos, que son violentos, que son perroflautas, que son pulgosos y lujuriosos, que son delincuentes, que son unos golpistas como Tejero, que son totalitarios, que son antisistema, que tienen entrenamiento en kale borroka de ETA, que son una guerrilla urbana, que son cuatro gatos mal contados, que son niñatos enrabietados, que son batasunos, que son cachorros de Rubalcaba, que son ratas, que son insalubres, que son delirantes... Ahora, me veo aquí sentado, oyendo música, brillante la pantalla del ordenador delante mía, pienso. Pienso que en poco menos de dos meses estaré en el Grado (gracias al magnífico plan Bolonia) de Periodismo. Hasta no hacía mucho admiraba esta profesión, veía en ella un modo de chillarle al mundo, de mostrar al resto de los mortales la crudeza de la realidad. Con poca experiencia en esto de la mayoría de edad debo elegir lo que seré por el resto de mis días. Es momento de reflexionar. Me doy cuenta de lo equivocado que estaba, que desde los grandes rotativos lo único que se hace es pervertir lo ocurrido, las verdades se resumen, posteriormente se empaquetan y cual transgénicos después se ofrecen a la población, ahora ya como mentiras, eso si, más bonitas, más claras (nadie dijo que nuestro mundo fuese diáfano).De esa forma los de derechas engullen sus "noticias transgénicas", los de izquierdas hacen lo propio pero en vez de plátanos ellos prefieren ciruelas. En esta tesitura se ve uno, ¿ rojo o azul?. Finalmente termino leyendo determinada prensa latinoamericana para saber lo que ocurre en mi país. No, pero si la prensa europea es seria - me dicen algunos-. ¿Quién dice usted que es fiable? la prensa inglesa....siii... claro.... El Real Madrid fichará a Messi ¿se acuerdan? Europa está en las mismas que nosotros (llámenme "conspiranoico loco", me da igual).A todo esto, como ya digo, en breve me voy a Madrid a estudiar periodismo pero teniendo claro lo que es y lo que debería ser esta profesión que a pesar de todo creo puede reinventarse y apostar por la adecuada gestión de la información (adaptarse o morir, los ciudadanos ya somos comunicadores en potencia).Disculpen, ¿de que estaba yo hablando?, ¡ah! ¡sí!, de lo de la Esteban, pues es cierto, duele.