La voz insuperable de Ana Belén ha sido y es un susurro para mis oídos, el timbre de la melodía para muchos de mis recuerdos y la banda sonora de gran parte de mi vida. Más que como actriz, por cuya carrera le acaban de conceder el premio Goya de Honor de 2016, es como cantante por lo que más me atrae esta artista, casada con otro músico y compositor, Víctor Manuel, que ha narrado con canciones los sentimientos que a veces nos asaltan por la opresión y la vulnerabilidad que existe a nuestro alrededor.
Como contribución personal, sirva este homenaje a la voz que sigue susurrando a mis oídos recuerdos y actitudes que forman parte de mi vida, en la que sigo intentando que nada me sea indiferente. Una delicia.