Está claro que en muchas ocasiones los Pirineos son una barrera mucho más difícil de atravesar que el Estrecho de Gibraltar. Cuando en España el libro de Belén Esteban o el disco de Kiko Rivera son éxitos de venta o cuando Telecinco se convierte en la cadena más vista, es una señal clara de esa brecha. Nos encontramos con una serie de indicadores que nos marcan el progreso de una decadencia cultural sin marcha atrás. Son los mismos indicadores que explican que aceptemos con resignación unos gobernantes y una administración corrupta.
En nuestro país no hay ninguna universidad entre las doscientas más importantes del mundo, pero eso no es problema porque tenemos algunos clubes de fútbol que sí están en cabeza. Los mismos clubes que defraudan a Hacienda sin recibir ningún tipo de castigo por parte del gobierno, toda vez que este perdón es aplaudido por un pueblo que tiene unos impuestos excesivamente altos para los ingresos que percibe como salario laboral y los servicios que disfruta. Sin embargo, triunfa lo choni, lo barriobajero. Nos asustamos por los malos resultados del informe PISA, pero ignoramos el desprecio popular por el sistema edcuativo y por la cultura. Todo parece estar pertrechado para que la situación no solo no cambie, sino para que cada vez seamos más bobos. alfonsovazquez.comciberantropólogo