Belia pasó 48 horas detenida en las celdas del ministerio público donde le impusieron una fianza de $5,000 pesos que no pagó porque no los tenía; fue trasladada al juzgado donde pasó 6 días más y le disminuyeron la fianza a $3,500 pesos y le hablaron de Renace. El 28 de mayo de 2015 pagamos su fianza y obtuvo su libertad.
Durante este tiempo llevamos su defensa y ayer el juez cuarto penal dictó una sentencia inédita: breve pero contundente. Ha dicho el juez que el delito de robo nunca existió porque logramos probar que Luis el jefe de seguridad mintió y a los policías no les constaron nunca los hechos.
Hoy concluye un largo año para Belia, pero vale la pena analizar cuánto nos costó su libertad. Si sumamos salarios, recursos materiales, recursos humanos, veremos que una sentencia absolutoria no alcanzará a resarcir el gasto, el desgaste ni los diez días de prisión por el delito de tener hambre. Hoy gana la justicia pero nos deja con asignaturas aún pendientes.