Belinda y sus whashintongs
Belinda Washington es una presentadora y dice que actriz. Famosa por sus pechotes, aunque realmente estuvieran pochos.Actualmente está olvidada, aunque intenta constantemente volver a la cresta de la ola. Por lo menos no lo hace arrastrándose como Paula Vázquez o Anabel Alonso.
Aunque no alardea de ello, es descendiente directo del tataranieto del amigo del compañero de la universidad del presidente de Estados Unidos George Washington.
Debutó en 1991 como chica Hermida. Fue en 1995 cuando presentó en Telecinco el ¡Qué me dices!, formato de cotilleo donde destacaban sus escotes. Aquel programa creó escuela y acabó degenerando en Salvame.
Lo presentaba con un tal Chapis, que le daba a las hipotecas fijas que no veas. Hasta a las hipotecas variables.
Después presentó otros programas, pero ya no tuvo éxito.
Desde 2006 empezó a caer al olvido siguiendo las fases del presentador defenestrado. Primero programas de poco fuste, escasa repercusión o directamente un fracaso. Caida a las cadenas autonómicas. Aceptar cualquier cosa que saliese, incluso papeles de mierda en series de mierda como La pecera de Eva o Hermanos de leche, donde enseñó las perolas. Y lo peor es que pocos lo recuerdan.
No le fue muy bien con esto y acabó en obras de teatro de mala muerte compartiendo escenario con Miriam Díaz Aroca, otra más defenestrada que ella. De hecho era su cuñada y por eso la enchufó.
Montó una banda de jazz (The Washington band) con la que puedes deleitarte en cualquier bar, pub, discoteca rara o sitios inhóspitos. Si interpreta su hit 5 deditos versión jazz, no lo sabemos.
Por 2013 le dio por pintar cuadros, ya que por lo visto no sabía hacer calceta ni tricotar. Volvió de su retiro espiritual en El ostracismo gracias a un video sexual. Acabó en Paquita Salas, Tu cara me suena y Mira quién baila. La muerte en vida.
Podría ser peor y que acabe en Gran Hermano Vip o Supervivientes.