Ni una Belle ni un Sebastian. Entre los nombres de los siete miembros del grupo, no hay ningún homónimo con la banda. Primer error en el que caen los que lo escuchan por primera vez, que esperan encontrarse con una pareja muy guapa, muy delgada y muy indie detrás de sus canciones agridulces. Es normal, a mí también me pasó.
Pues los chicos de Glasgow han vuelto con once canciones. Once puntos de vista sobre un tema tan universal como es el amor. Leí por ahí que no es un disco para fans ni busca nuevos adeptos, lo que viene a ser lo mismo que decir que han hecho lo que les ha dado la gana.
Todavía no le he dado demasiadas escuchas, pero lo que ya he asimilado, me ha gustado. Mucho.
Belle and Sebastian, además de gusto a la hora de componer, cuidan cada detalle de su imagen. Suele ser bonito todo lo que hacen. Y para la ocasión, han organizado un gran despliegue, pues para el lanzamiento de este nuevo disco han rodado una mini-serie que podéis ver en su web oficial. Os recomiendo que le echéis un vistazo, aunque sólo sea para valorar su fotografía.
Adoro que las bandas apuesten por hacer cosas bellas en la red.