En la pequeña comunidad de Bellevue, donde todo el mundo se conoce, dos acontecimientos marcan el carácter del pueblo: el asesinato, quince años atrás, de la joven Sandy y la desaparición, en la actualidad, de Jesse, la estrella del equipo de hockey local. La investigación del presente está ligada al antiguo asesinato, una muerte que nunca se resolvió y que llevó al investigador al suicidio.
La realidad opresiva de Bellevue, una ciudad minera moribunda, conecta tanto con Twin Peaks como con el Seattle lluvioso de The Killing. Se respira inquietud y miedo en las calles, algo no funciona correctamente en el lugar pero no hablamos de algo sobrenatural sino de algo más cercano y terrenal: miserias humanas, fracasos, mentiras, apariencias. En Bellevue religión, venganza, muerte, hockey y sexo se dan la mano para conformar un misterio que hunde sus raíces en el pasado y que pone en tela de juicio la aparentemente idílica convivencia de sus ciudadanos.
Paquin, buena actriz aunque a muchos les cueste reconocerlo, brilla en la piel de esta detective inteligente y caótica. Su interpretación es feroz y vibrante, sin caer nunca en el histrionismo o la exageración es capaz de componer un personaje complejo y atribulado por el fantasma de un padre suicida y un misterioso acosador. Sin embargo, su determinación no desfallece ni un momento y, aunque veamos tanto lo bueno (su faceta de madre) como lo malo (sus celos), acabaremos sintiendo la misma necesidad que ella por conocer la verdad sobre el asesinato de Sandy y la desaparición de Jesse.
El resto del reparto se completa con Shawn Doyle que lo borda como el impertérrito Peter Welland, jefe de Annie. Su relación es complicada e intensa, demasiadas emociones y mucho pasado. Allen Leech es Eddie, pareja de Annie con la que mantiene una turbulenta relación que lo consume todo a su alrededor.
Los personajes transmiten ansiedad, desesperación, tristeza, incomprensión... y es que este drama no sólo se centra en resolver el misterio sino en cómo afecta la investigación a Annie y sus allegados; y en cómo los traumas de la infancia se manifiestan en la edad adulta.
Los ocho capítulos que componen la primera temporada de Bellevue se cierran con un capítulo en el que se desentraña la verdad y el misterio es revelado por lo que, si la serie no renueva para una segunda temporada, nos quedaremos con ese final casi perfecto que es You Don't Understand Me at All .