Una de las etapas más bonitas de la vida (o eso he llegado a entender, pues no tengo el placer de haberlo vivido) es crear una familia, tener un bebé. Crear una vida durante 9 meses, semana arriba semana abajo, imaginando qué sucede ahí dentro.
A la hora de recordar esta experiencia (con sus momentos álgidos y sus instantes para olvidar también), y quedarnos solo con lo bueno, nuestra pareja y amigos tienen un importante papel: ayudarnos a crear recuerdos sobre nuestro embarazo. Y este tipo de servicio, tan desconocido en nuestro país hasta hace bien poco , es una gran opción para recordar esta etapa.
En el mercado de la puericultura (o como decimos nosotros, "compre lo necesario para el bebé") hasta la fecha había dos servicios muy demandados entre las mamás, sobre todo las primerizas: las ecografías 4D y los reportajes fotográficos de estudio. Estas dos opciones son las únicas... hasta que llegó el belly paint.
Qué es y en qué consiste
Si no viste a Pilar Rubio en el hormiguero haciendo de este servicio algo más conocido, el belly paint es un servicio de bodypaint (pintarse el cuerpo entero) muy extendido en Latinoamérica y Europa, que llega hasta nosotros de la mano de artistas y profesionales.
La acción concreta es pintarse la barriga; pero va más allá: recordar el embarazo desde la embarazada, no como las ecografías 4D que inmortalicen al bebé, sino más como una instantánea artística de la madre embarazada.
Dos formas de divertirse
Sin lugar a duda la opción más divertida surge del pintacaras infantil. Llega el artista, te enseña una muestra y se pone in situ a dibujar. Al acabar te hace el reportaje de fotos, y para casa.
Pero la opción más alucinante es el diseño personalizado, horas de elaboración previa para crear la idea que la embarazada dibujó en su cabeza, Y después vamos y convertimos esa idea en realidad en la barriga de la protagonista, tras lo que se inmortaliza en una sesión de fotos, claro.
La alternativa al profesional: un regalo entre amantes
Como diseñador y pintor, me dedico a esto, pero tengo claro una gran cosa. Si Romeo y Julieta siguieran vivitos y coleando (y sé que son personajes) nos demostrarían que este regalo de Romeo a Julieta no estaría envuelto: lo haría Romeo.
A pintar amigos, que es una gran actividad.