En octubre supe (¡Gracias Carmen!) que Bea, artista de Belly Painting y Mucho Más, buscaba un fotógrafo con el que colaborar para realizar una sesión de belly painting. Si es la primera vez que escucháis esto de belly painting no es más (ni menos) que pintar las barriguitas de las futuras mamás. Aunque en proceso en sí es ya una experiencia única e inolvidable, tras decorar el vientre se hace una sesión fotográfica para que el recuerdo sea perfecto. Las pinturas, tras un lavado, se van. Además, las que usa Beatriz son naturales, libres de tóxicos, escogidas con mimo y dedicación.
Buscamos a través de las redes sociales a alguna futura mamá que quisiera participar en este proyecto y encontramos a Patricia, que espera a su tercer hijo, una niña: Lola. Tras varias semanas de espera pudimos fijar una fecha y afortunadamente el sol nos iluminó entre tantos días de frío y oscuridad. Patricia brillaba, no pudimos tener mejor modelo: guapísima, alegre y dispuesta a disfrutar.
Un sábado, bien temprano, nos fuimos al hotel Barceló Renacimiento, llegamos por casualidad y resultó ser un escenario perfecto para relajarnos, entrar en calor y dejar que Beatriz desarrollara su arte sobre un lienzo con vida: Lola se movía con cada pincelada (estoy segura de que, al igual que nosotras, también sonreía).
El diseño, por supuesto, también es original de Belly Painting y Mucho Más: Una delicada flor de loto sobre la que descansa un bebé acurrucado. ¿Sabéis que son flores sagradas en Oriente? Según la leyenda cuando el niño Buda dio sus primeros pasos florecieron flores de loto allá donde hubo pisado. Simboliza elegancia, belleza y perfección. ¿Puede haber algo más bello y perfecto que el cuerpo de una mujer creando vida?
Después, cuando el sol ya calentaba, nos fuimos a hacer la sesión de fotos al exterior. Paseamos por el parque, paramos en varios escenarios y aproveché para probar diferentes ideas, siempre cuidando que "la modelo" se sintiera a gusto. Espero que también lo pasara bien.
Además, no podía faltar en esta sesión de fotos el resto de la familia, y es que Lola estará muy bien cuidada por sus dos hermanos mayores y, por supuesto, papá. Ellos también quisieron participar en este bonito recuerdo para la princesa de la casa.
Fue una experiencia muy bonita y estoy deseando repetirla. No dudéis en contactar conmigo o con Beatriz si también queréis tener un recuerdo como este de una etapa maravillosa.
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