Si en nuestra histórica y bien querida geografía existe un destino envuelto por el misterio y los enigmas, ése es Bélmez de la Moraleda. Su fama ha trascendido de la pequeña localidad jienense desde que en 1971 una vecina de Bélmez, María Gómez, asegurara haber descubierto una cara misteriosa en el suelo de su cocina de la calle Rodríguez Acosta, 5. No sería la única. A este menudo pueblo andaluz se le conoce allende, obviamente, por aquellos peculiares rostros aparecidos, aunque Bélmez de la Moraleda también tiene otra historia digna de ser contada.
Para ello, Lugares con historia cuenta con la colaboración de un invitado de excepción. Alberto Granados, periodista radiofónico conductor de A vivir Madrid en la Cadena Ser, nos invita a embarcarnos en la nave del misterio y a revivir el que está considerado como el fenómeno paranormal con más historia que ha acontecido en nuestro país.
Alberto Granados es también escritor de éxito. Ha editado 7 libros, entre los que destacan Leyendas urbanas, La historia más curiosa o Los vigilantes de los días. Su último ensayo hasta la fecha es Historias Imprescindibles para los Amantes de los Viajes, una nutrida compilación histórica de datos, anécdotas, historias y curiosidades sobre los más dispares destinos del planeta Tierra, a modo de pequeñas y amenas piezas periodísticas. Recomendable.
Bélmez de la Moraleda.
Bélmez de la Moraleda es uno de esos destinos imprescindibles para los amantes de los misterios. Tras la aparición de la primera cara, la familia de María Gómez Cámara decidió picar el suelo para que la mancha desapareciera, pero a los pocos días un nuevo rostro surgió como de la nada, una vez más, en el suelo de la cocina. Esta vez, el diario Pueblo se hizo eco de la noticia, convirtiendo a la propia María y su vivienda en un punto de referencia de parapsicólogos e investigadores del misterio.
Poco después, las caras se multiplicarían por los suelos y paredes de la casa, y el número de turistas y curiosos al lugar de los hechos fue en aumento. Aquel reclamo consiguió poner a Bélmez en el mapa y los dueños de la casa comenzaron a enseñar el lugar a todo aquel que lo solicitaba. A los pocos meses de la aparición del misterio, el propio diario Pueblo publicó que todas aquellas caras eran un fraude, que se habían pintado con cloruro de sodio y nitrato de plata.
Una de las caras que aparecieron en el suelo de la casa de María Gómez./Degeefe
Con los años, la revista Enigmas, dirigida por Fernando Jiménez del Oso, volvió a sacar a luz las misteriosas caras, al contar que aquel fenómeno se había silenciado por culpa de una conspiración orquestada por el régimen franquista. De nuevo regresaron los curiosos, y la casa, una vez más, abrió sus puertas a los amantes de los enigmas y los sucesos parapsicológicos. Aunque se han realizado unas cuantas investigaciones, jamás se ha llegado a conocer con certeza qué ocurre en ese domicilio del pueblo de Jaén. Sea un fraude o no.
Uno de los lugares visitables, aparte de la casa donde ocurrieron los hechos, es el Centro de interpretación de las caras de Bélmez, la primera infraestructura turística que se ha creado en el municipio en torno al fenómeno. Se emplaza en unos terrenos cercanos a la casa original, al no haberse conseguido llegar a un acuerdo con la familia para la compra de la casa auténtica. La primera planta alberga fotografías de las caras y en la otra se pueden escuchar psicofonías.
El término municipal de Bélmez de la Moraleda ofrece, asimismo, al viajero amante del pasado, algún que otro asentamiento de las épocas ibérica y romana, como el Recinto de Bélmez o el Barranco de Hornillos Bajo, respectivamente. Bajo dominio árabe hasta bien entrada la Edad Media, el dominio castellano del lugar no llegó hasta 1448 con la toma y conquista del castillo de Bélmez por don Fernando de Villafañé.
Casa donde ocurrieron las apariciones con su horario de visita./Degeefe
Precisamente, el castillo de Bélmez, o lo que queda de él, es otro de los principales reclamos del pueblo. Asentado sobre una roca, tuvo cierta importancia durante la Guerra de la Independencia y en el enfrentamiento entre el liberal Riego y los realistas, defensores del absolutismo de Fernando VII en 1820.
Declarada Bien de Interés Cultural, otra fortaleza, como es el Castillo de Chincoya, es conocido literariamente por aparecer citado en la Cantiga 185 que se atribuye a Alfonso X El Sabio. También está en ruinas. Merece la pena acercarse para ver dos atalayas que salvaguardaban el castillo de Bélmez, las cilíndricas Torres del Lucero y del Sol. Junto a Bélmez, otro destino recomendable por la historia mistérica que le envuelve es Zugarramurdi.
Dónde dormir: Casa Gonzalo; C/ Ermita, 3; Bélmez de la Moraleda (Jaén); teléfono: 953394055 y 609331382; info@alojamientocasagonzalo.com.
Dónde comer: Restaurante Sierra Magina; Calle del Nacimiento; Bélmez de la Moraleda (Jaén); teléfono: 953394302.