Beloved, toni morrison

Publicado el 05 septiembre 2014 por Ana Ana Fidalgo

ANTE TODO, LITERATURA
Beloved, Toni Morrison, 1987
Cuando en 1993 le fue concedido el Nobel de Literatura a Toni Morrison, se dijo que la ansiada marginalidad geográfica que al parecer pretende certificar la concesión del premio había apuntado al despliegue de minorías que representa esta autora (en detrimento de los alabados Philip Roth o Thomas Pynchon, por ejemplo, que sonaban (o resonaban) clamorosamente ese año como previsibles ganadores del ansiado galardón y que no las representaban): mujer, negra y escritora de temas marginales, aseveración que resulta al mismo tiempo cierta y capciosa, innegable y absolutamente prescindible.
La temática de toda la literatura de Morrison gira en torno a la identidad afroamericana en la sociedad estadounidense, explorando las cicatrices históricas de este pueblo y de su cultura. Pero afirmar que esta focalización obsesiva de la autora la convierte en pasto fácil de reconocimientos tendenciosos sería como afirmar que lo es García Márquez por su plasmación de la relación del pueblo colombiano con la naturaleza exhuberante o con el tema del dictador latinoamericano, o Coetzee por representar la corrupción y la moral de la sociedad sudafricana en sus novelas, por citar otros dos autores galardonados con el Nobel.
La literatura de Toni Morrison es algo más: su prosa lírica y directa a partes iguales (algo de innegable dificultad), busca un impacto que produce una atracción instantánea en el lector, por encima de la dificultad de su estilo, dado el inmenso placer que causa su lectura. Esto ocurre en Beloved, una novela ganadora del premio Pulitzer donde el ritmo se enreda en la belleza de la prosa para narrar hechos tan desgarradores que, de contarse de otro modo, caerían ineludiblemente en el dramatismo más nauseabundo (lo que denigraría el tema) o en la frialdad documental (que huyendo del patetismo pocas veces consigue la hondura necesaria para emocionar).
Ha dicho Morrison: La realidad es una triste verdad donde tenemos mucho que ocultar y avergonzarnos. Lo que pretendo es mostrar que el conquistador es el que ha escrito siempre, no el que fue conquistado. En este sentido, Beloved da voz a los perdedores, a los que sufrieron, en esa vergonzosa mancha humana que fue la esclavitud y el racismo. Aquí, la protagonista es mujer, negra y esclava, un ser humano desposeído de toda dignidad que ejecuta, como último y único acto de libertad, el asesinato de su propia hija, para evitarle el sufrimiento de una vida donde se le niega toda constatación de su humanidad. Es difícil definir qué es el amor, y más cuando se trata del de una madre, el único incuestionable. Esta novela trata del amor, más allá de juicios éticos; del amor entre hombres y mujeres, del amor entre padres e hijos, del amor más instintivo hacia la vida, aun en sus condiciones más deplorables. Un amor tan grande que duele, que desgarra, que nos deja desposeídos de lágrimas y con las entrañas en carne viva.
 Para la autora, buscar en el pasado es buscar la verdad. No se trata de marginalidad, no se trata de feminismo, no se trata de los negros o de los esclavos; es algo más: se trata de contar una historia, se trata de literatura.