Su cuerpo de élite, los Fianna, son célebres en toda Irlanda, tanto por sus hazañas como por la rivalidad entre los dos clanes que lo forman: los Morna de Connacht y los Baiscne de Leinster. El tiempo ha mejorado ostensiblemente. La naturaleza está en todo su esplendor, demostrando que la "Isla Esmeralda" merece este apelativo.
El ganado pasta en los prados y los campesinos se ocupan de sus cultivos. Las fachadas de las casas se limpian y encalan, los techos se renuevan... Para la víspera de este día hay en el aire una vibración especial que parece anunciar lo que vendrá después: la fiesta dedicada a Bel, Beli, Beul, Belennos; en todos los casos, el luminoso, dios solar y sanador.
El Sol comienza a esconderse tras la línea del horizonte, todos los fuegos de Irlanda se apagan y nadie podrá encender uno hasta que lo haya hecho el de Tara, graves penas hay para quien quiebre esta norma. Una gran multitud se agolpa en un amplio círculo. A un toque de trompa dejan abierto un pasillo por donde entran las personalidades que protagonizarán la ceremonia.
Fuente:- "Breve Historia de los... Celtas" -Manuel Velasco.