Una de las últimas “noticias del año” en el mundo de la economía colaborativa ha sido la irrupción en escena de una nueva plataforma: Bemate, un híbrido entre el servicio que ofrecen los hoteles y las plataformas donde los particulares pueden alquilar casas o habitaciones a otros particulares.
Bemate no solo es noticia por lo que conlleva de innovación, sino también porque pone de manifiesto que la economía colaborativa es imparable, incluso en un frente tan sólido y unánime como es el sector hotelero donde llevaba meses a través de un trabajo de lobby presionando a las administraciones locales para ilegalizar o poner las mínimas trabas posible a este modelo a través de la legislación, y creando una opinión pública en los medios intentando asociar la economía del compartir a conceptos como “pirata” o “ilegal”, nada más lejos de la realidad ya que la economía colaborativa es legal, y llamar piratas a los millones de ciudadanos que la practican en todo el mundo como poco me parece osado.
Pero ¿cómo fue posible que se rompiera la unidad hotelera?, ¿qué ocurrió para que el popular empresario Kike Sarasola, en vez de luchar contra el modelo colaborativo decidiera sumarse al carro?
Conversamos con Rafael Martinez-Cortiña, economista, consultor de estrategia, impulsor del P2P con peers.org y conector en Thinkeers. El abogado Ricardo Fernández Flores y él fueron quienes transmitieron Bemate a su fundador, Enrique Sarasola.
1.- Qué es Bemate?
Bemate es una plataforma de home-sharing optimizada con soluciones hoteleras. Es la materialización de un modelo que permite conectar a las empresas tradicionales con las comunidades de pares prosumidores, operando bajo un esquema P2P dentro de la economía colaborativa. Ofrece la garantía de la economía de propiedad (cadena hotelera) con la confianza de la economía de acceso (comunidades de pares). Bemate muestra que las empresas ahora tienen otras posibilidades de crecimiento más viral, más barato y más eficiente cuando conectan con prosumidores eficientes que operan bajo la economía colaborativa.
2. ¿Que tenéis que ver con Bemate?
Bemate tiene origen en un modelo de futuro en el que estuve trabajando unos meses con el abogado Ricardo Fernández Flores. Nos conocimos el 10 de abril de 2014 en un debate sobre la economía colaborativa organizado por Sherpandipity en el que él representaba al lobby hotelero y yo defendía a las comunidades de pares. Estaban también Marta Nieto, Subdirectora de Normativa y Ordenación Comercial de la Comunidad de Madrid y Ángel Mesado, jefe de políticas públicas de Airbnb. Si bien Ricardo representaba la rígida posición hotelera rápidamente detectamos que nuestros discursos, más que estar enfrentados, tenían muchos puntos en común. Quedamos a comer al día siguiente y acordamos investigar sobre las posibilidades reales de un modelo de integración que publiqué en mi blog el 10 de marzo, que beneficiaba tanto a los intereses hoteleros como a las comunidades de pares. Una vez tuvimos claro por dónde tirar, superando todo tipo de barreras legislativas anticuadas, sorteando los baches inesperados en la integración de modelos de negocio, analizando las posibilidades tecnológicas, la planificación estratégica, etc etc etc, ya nos vimos con la valentía de presentar un esquema de negocio inédito a un empresario. El análisis de campo duró unas 8 semanas.
3.- ¿Como llegasteis a Sarasola?
Fue el destino, además de las circunstancias. Durante el tiempo de esculpido de nuestro esquema B2P (business-to-peers) Sarasola aparecía constantemente en los medios, hasta el punto de parecer el socio ideal para desarrollarlo: su mente está dirigida al futuro, tiene los medios para materializarlo y la necesidad de innovar. Se prestó a escuchar el proyecto por primera vez el 24 de junio y entendió el esquema claramente en menos de 20 minutos. Tras presentarle el modelo anunció el próximo nacimiento de Bemate a su equipo directivo.Fue sorprendente lo fácil y rápido que resultó todo.
4.- ¿Como le convencisteis?, ¿qué le contasteis?, ¿que pensáis que fue la clave?, ¿cuál fue la idea o como decide remar contracorriente y sumarse a un modelo que en principio se rechazaba?
Para convencerle le explicamos alternativas que su cabeza procesó según sus propias necesidades. Como persona inteligente y abierta de mente, pudo ver las combinaciones binarias que se le abrían conectando con la economía colaborativa. La clave fue entender que puedes conectar con comunidades de prosumidores que ya ofrecen servicios excelentes a nichos de mercado. El esquema de crecimiento cambia. Todo se vuelve más eficiente, viral y humano. Conectas mejor a esquemas del siglo XXI y eso no es nadar contracorriente, sino fluir a favor de la corriente. Los que nadan a contracorriente son los que no quieren que las cosas cambien.
Fuente: Jesús Oliver
5.- ¿Como fue el proceso?, ¿qué destacarías tanto por lo difícil que fue eso, a lo fácil que fue lo otro?
Bemate se materializó tras 10 intensas semanas, siendo lanzado el 17 de septiembre.
Lo peor fue constatar que es muy difícil materializar una idea innovadora en España por la hiper-regulación. Estábamos limitados por todas partes y siempre había una barrera legal por medio. Sarasola fue tajante: Bemate sólo podía ser legal. Él mismo se ha visto limitado por el Decreto de Vivienda Turística de la Comunidad de Madrid, una norma que ha expulsado a numerosos ciudadanos de la economía colaborativa. Sarasola quiere unirles a Bemate, pero la Comunidad de Madrid no le deja.
Lo más intenso fue llegar los primeros, y lo conseguimos por esa energía que tiene Sarasola que arrastra a todos los demás. Si no éramos los primeros en el mundo, no tendríamos ningún impacto. Lo fuimos y el impacto mediático ha sido impresionante.
Lo mejor es haber trabajado con el equipo de profesionales de RoomMate que se deshicieron en pleno verano por el proyecto. De todas sus cualidades, la que más me ha gustado es su calidez humana. Nada más entrar en sus oficinas siempre una gran sonrisa me daba la bienvenida. Eso es muy agradable
6.- ¿Que supone esto? ¿qué connotaciones tiene para los ciudadanos, para las ciudades y para las empresas?
Para los ciudadanos supone la confirmación de que el esquema colaborativo tiene futuro. Ahora cualquier prosumidor podrá compartir legalmente sus cosas, su talento y su tiempo bajo la garantía de una empresa tradicional, beneficiándose ambos. Para crecer, ya no es necesario contratar sino conectar.
Para las ciudades supone la confirmación de que es posible crecer sin crecer. Ya no es necesario construir un hotel de 200 habitaciones cuando puedes conectar con 200 prosumidores. ¿Hay necesidad de más hoteles cuando ya existen? Solo es necesario conectar, canalizando una demanda que potencia el consumo de barrio y esquemas sostenibles.
Para las empresas supone la confirmación de que la eficiencia también se puede alcanzar conectando con comunidades de pares que ya ofrecen un esquema eficiente. Implica que, si este modelo funciona, las empresas podrán contar con prosumidores en sus modelos de futuro bajo un esquema de crecimiento conjunto.
Los legisladores entenderán que tender una trampa a la economía colaborativa restará posibilidades de futuro al crecimiento industrial. Ambas se irán integrando hasta ser una, como dice Neelie Kroes, Vicepresidenta de la Comisión Europea y Comisaria de Agenda Digital. Si le restas energía a una y a la otra no le quitas el sobrepeso legislativo, la economía andará mal, lógicamente. Reforzar la pierna de la economía colaborativa y aligerar la pierna de la economía industrial hará que tengamos dos piernas fuertes para nuestro futuro.
7.- ¿Qué aporta este proyecto dentro de la EC?
Aporta visión de futuro, visión de una sociedad en la que los ciudadanos podrán optar por ganarse la vida trabajando en una empresa bajo el tradicional esquema industrial o compartiendo sus cosas bajo el nuevo esquema colaborativo, ambos conectados.
Aporta la prueba de la necesidad imperiosa de que nuestros representantes políticos legislen a favor de todos y no a favor de unos. El mismo Sarasola ahora no sólo tiene que cumplir 300 leyes que le asfixian en sus hoteles, sino además cumplir las que restringen la economía colaborativa. Ya le ahogaban por un sitio y ahora lo hacen por el otro. Se requieren leyes que faciliten e integren. Todas las demás son una trampa, para unos hoy y para todos mañana.
Aporta la confirmación de que los prosumidores serán unos importantísimos agentes económicos en un futuro muy inmediato. Promoverán la obtención de ingresos y responderán a la demanda sin necesidad de invertir en bienes, porque ya existen. Las comunidades de pares serán los que lideren el cambio, ya que ofrecerán todo tipo de combinaciones binarias eficientes del home/car/food/talent/time sharing a esquemas empresariales tradicionales.
Aporta la visualización de que ambos modelos pueden ser complementarios, lejos de ser enemigos. Bemate es como una nueva especie híbrida de planta, en donde el P2P puso la semilla y el B2C se encargó de regarla hasta que nació. Uno ha necesitado al otro para que Bemate pudiera nacer. Y así espero que sea nuestro futuro. Ahora estamos terriblemente enfrentados. Estaremos mucho mejor cuando estemos juntos.