Ben Horowitz sobre emprender: lo difícil de las cosas difíciles

Por Juan Carlos Valda @grandespymes

"En la vida todos enfrentamos elecciones entre hacer lo que es popular, fácil y equivocado versus hacer lo que es solitario, difícil y correcto. Esas decisiones se intensifican cuando diriges una empresa, porque la consecuencias se magnifican por mil. Como en la vida, las excusas de los líderes que toman las decisiones equivocadas abundan"

El mayor problema con algunos de los libros de negocios es que tienden a simplificar demasiado las cosas. Pretenden vendernos una fórmula única para problemas complejos y que mutan constantemente. Por ejemplo, ahora se lleva mucho lo de iterar, pivotar; cambiar ágilmente de dirección.

Pero también hay empresas que alcanzaron grandes éxitos persistiendo con obstinación en un producto. No hay una receta única. Ser obstinado cuando estás en lo cierto es magnífico, pero persistir si estás equivocado es la ruina.

Sin embargo, los libros de negocios pasan por alto esto y te ofrecen una sola fórmula para todo, desconociendo la complejidad y particularidad de cada situación. Pero claro, la complejidad no vende libros, es más fácil vender recetas mágicas.

Ben Horowitz fue el CEO de Opsware, una de las primeras empresas en hablar de computación en la nube y software como servicio, la cual fue adquirida por HP en 2007 por 1.600 millones de dólares. Hoy es un exitoso venture capitalist (inversor de riesgo). En su libro The Hard Thing about The Hard Things (mi traducción libre: Lo difícil de las cosas difíciles), hace un intento por eludir la vieja práctica de la simplificación y aborda lo que en su concepto son las cosas difíciles de liderar una empresa.

Lo difícil no es la creación de grandes, peludas y audaces metas. Lo difícil es despedir gente cuando no se cumple la gran meta. Lo difícil no es contratar gente estupenda. Lo difícil es cuando esa "gente estupenda" empieza a creer que tienen derecho a exigir cosas irrazonables.

Lo difícil no es la creación de un organigrama. Lo difícil es conseguir que las personas se comuniquen dentro de la organización que acabas diseñar. Lo difícil no es soñar en grande. Lo difícil es despertar en el medio de la noche empapado en un sudor frío cuando el sueño se ha convertido en una pesadilla.

Cada emprendedor empieza su empresa con un plan claro que lo llevará al éxito. Crearás un entorno asombroso y vas a contratar a los más inteligentes. Juntos crearán un hermoso producto que deleitará a los clientes y hará el mundo ligeramente mejor. Será absolutamente impresionante.

Luego, después de trabajar día y noche para hacer tu visión realidad, despiertas y encuentras que las cosas no han ido como habías planeado. Las cosas no han ocurrido como dijo Jack Dorsey que pasarían en la conferencia que escuchaste cuando estabas empezando.

Tu producto tiene problemas difíciles de solucionar. El mercado no es lo que se supone que sería. Los empleados están perdiendo confianza y algunos han renunciado. Varios de los que renunciaron eran muy inteligentes y los que aún permanecen se están preguntando si es conveniente quedarse.

Te estás quedando sin dinero y los inversores de riesgo te dicen que será difícil conseguir más debido a la inminente catástrofe europea. Pierdes en algunos aspectos contra tu competencia. Pierdes un cliente leal. Pierdes a un gran empleado. Los muros se empiezan a estrechar.

¿Que salió mal?
¿Porque la empresa no va como lo imaginamos?
¿Seré lo suficientemente bueno?

Cuando los sueños se convierten en pesadillas, te ves a ti mismo en medio de la lucha.

Aunque no haya una fórmula única no significa que no haya esperanza. Valorar cada situación y un poco de consejo ayudan. Por eso el libro de Horowitz resulta relevante, es de los pocos CEO que han podido darle la vuelta a una situación tan dramática que parecía que no tendría reversa. Tan cerca estuvo del fracaso que llegó a sentir su fétido aliento; no obstante, logró escapar de sus fauces segundos antes de ser devorado.

Semejante gesta produjo la admiración de muchos pesos pesados del mundo de los negocios. En palabras de su esposa Felicia: "menos Dios, lo han llamado de todo".

Yo aprendí una importante lección: el CEO de una startup no debería jugar con las probabilidades. Cuando estás construyendo una empresa, tu debes creer que hay una respuesta y no puedes prestarle atención a las probabilidades de encontrarla. Tu tienes que asegurarte de encontrarla. No es cuestión de si tus probabilidades son una entre cien o una entre mil; tu tarea es la misma... yo no creo en estadísticas. Yo creo en cálculo.

[...]

Las personas siempre me preguntan: ¿Cual es el secreto para ser un CEO exitoso? Tristemente, no hay secreto, pero hay una habilidad que sobresale, es la capacidad de enfocarse y hacer la mejor jugada cuando no hay buenas jugadas. Son los momentos cuando te apetece esconderte o morir en donde puedes hacer la mayor diferencia como CEO.

El libro de Horowitz está en la lista de Amazon de los mejores libros de negocios del 2014. Seguramente en este blog volveremos a él en más de una oportunidad.