- DIRECTOR: William Wyler
- ACTORES: Charlton Heston, Jack Hawkins, Stephen Boyd, Haya Harareet, Hugh Griffith, Martha Scott, Cathy O'Donnell, Sam Jaffe, Frank Thring, Terence Longdon, George Relph
- CRITICA: Aún recuerdo la primera vez que vi ésta película, fue por insistencia de un amigo, ya que yo era reticente a verla por mis prejuicios sobre las típicas películas "navideñas", al no interesarme los temas bíblicos y demás. Aunque ésta tiene parte de esa temática, considero que son puntuales y secundarias dentro de toda la historia principal.
Como digo la primera vez que la vi quedé realmente impresionado, desde ese visionado la he tenido siempre considerada como una de las mejores películas que he visto, opinión que he ido refrendando en cada visionado posterior.
Ahora la he vuelto a ver con la excusa ver poder disfrutarla en alta definición, lo cual le añade un punto más de calidad, porque a pesar de estar rodad hace más de 50 años es una gozada verla así.
La película es maravillosa en todos sus aspectos, una de esas películas que se pueden decir que son redondas, de las que pasan los años y no pierden ni un ápice de su calidad, ni quedan desfasadas con el paso del tiempo, de esas que ya son varias generaciones las que las siguen considerando una obra maestra, de hecho es difícil encontrar una crítica que como mínimo no la considere una película notable.
Sobresaliente por muchas cosas, para mi lo que la hace tan buena es su historia, una base tan fuerte que sustenta todo lo demás y lo mejora. Esa historia de amistad convertida en odio es extraordinaria.
Increíble técnicamente, incluso en la actualidad, por su majestuosa y cuidada producción, impresionante en sus decorados y con algunas escenas que forman parte de la historia del cine, como la carrera de cuádrigas.
Destacar una dirección impecable de William Wyler que consigue hacer una película que, a pesar de su duración de 210 minutos, no se hace larga ni decae en su interés, con un ritmo siempre adecuado y consiguiendo resultar sorprendente en ocasiones, y sobre todo, emocionante en más de una ocasión, transmitiendo una variedad de emociones que te hacen entrar de lleno en la película y empatizar con el personaje principal como pocas veces recuerdo.
Pero claro, un gran guión, una gran dirección y un trabajo técnico perfecto sin unos actores que refrenden todo eso pues no es lo mismo, y el reparto está perfecto en general.
Charlton Heston, una verdadera estrella en ese momento, realiza una interpretación maravillosa, desde luego la mejor de las que le he visto (que tampoco son demasiadas, la verdad), consiguiendo hacernos sentir lástima por su personaje, transmitiendo toda la ira y sed de venganza que acumula tras todo sufrimiento que pasa durante toda la película. Sencillamente está perfecto y ganó un merecidísimo Oscar por ello.
Stephen Boyd en su papel de Messala también me parece que está soberbio, en uno de los personajes mas odiosos y viles que recuerdo, al que le da vida de forma tan creíble que de verdad llegas a odiarlo y disfrutar con la forma en al que acaba.
Destacar también las interpretaciones de Jack Hawkins y Hugh Griffith, dos actores que rallan a gran nivel en dos papeles ciertamente importantes dentro de la historia de Judah Ben-Hur, sobre todo el segundo, el cual ganó también el Oscar al mejor secundario. Y del resto del reparto nombrar a las tres féminas de la historia, Haya Harareet, Martha Scott y Cathy O'Donnell, en concreto a la primera que es la que tiene un papel más amplio dando vida a Esther.
Otro de los aspectos más destacables dentro de una película en la que es dificil encontrar algo que no destaque, es la gran banda sonora del gran Miklós Rózsa, un portentoso score que consigue transmitirte toda la fuerza de la historia y de sus personajes, en una de esas bandas sonoras que siempre que la oyes te sorprendes de su capacidad emocionar. Y eso que yo no soy muy fan de las bandas sonoras clásicas de esa época, pero ésta es una joya.
Y el toque bíblico que tiene queda perfectamente insertado en la historia como algo secundario, salvo tal vez el inicio, que es lo único que me chirría un poco, pero bueno, es un aspecto muy menor y secundario y que no influye en el resultado final.
Y del aspecto técnico destaco una preciosa fotografía y sobre todo la calidad del Cinemascope que se utilizó para su filmación, permitiendo rodar escenas verdaderamente impresionantes por su amplitud de imagen.
Hay escenas que siguen impresionando vistas hoy en día, como la ya clásica secuencia de las cuádrigas, que tardó varios meses en rodarse y que tiene tal realismo que no me ha sorprendido leer que uno de los conductores que cae y es atropellado, lo fue en realidad y murió en esa escena. La escena es larga pero tensa y montada magníficamente.
Fue una verdadera superproducción de dimensiones gigantescas, impresiona leer datos sobre el rodaje, como los 100000 trajes utilizados en el mismo o los 300 decorados que se construyeron para la película... como el circo romano, que fue construido a tamaño real.
En fin, que estamos ante una de las películas más grandes de la historia del cine, por su producción y por su calidad general. A mi me sigue pareciendo una de las mejores películas que he visto, tanto por su magnitud técnica como por su capacidad de hacerme sentir una gran empatía por Judah Ben-Hur y meterme en su piel.
Una muestra de lo que el cine americano era capaz en la época de las superproducciones, creo que su mayor exponente en cuanto a su grandiosidad y calidad. Desde luego una película que conoce todo el mundo y que todo buen cinéfilo debe haber visto en más de una ocasión.
Mi nota: 10
Saludos.
Kasko.