Lo dije recientemente, cuando escribía la crítica de la nueva versión de
Cazafantasmas: me gusta más bien poco, muy poco que me toquen los clásicos. Si aún por encima estamos hablando de una de las mejores películas de la historia del cine, la cosa se pone seria y la tolerancia se rebaja un par de puntos.Hay que tener en cuenta que esta es la cuarta adaptación al cine del libro de Lewis Wallace, tras las de 1907, 1925 y 1959. También se estrenó una miniserie en televisión en el año 2010. Así qué ¿Qué nos pueden aportar en una nueva versión?
Al igual que sucede con otras películas, el caso de Ben-Hur podríamos analizarlo de dos formas. Por un lado podríamos interpretarla como un remake de la película de 1959. Por otro, como una nueva interpretación del libro de Lewis Wallace. Desgraciadamente, de un modo u otro, esta nueva revisión del clásico no sale bien parada.
¿Los motivos? Muchos. De entrada no es fiel en su narración ni a la película progaonizada por Charlon Heston ni al libro. Se toma muchas libertades narrativas, altera la esencia de muchos personajes y la relación entre ellos. Hasta se atreve a mutar sus destinos con un edulcorado e inverosímil final que se aleja radicalmente de la historia que conocemos, como si el espectador de hoy día necesitara un final feliz a todos los niveles para dar su aprobación al film.
Está claro que para hacer una nueva adaptación de Ben-Hur hay que tenerlos gordos, muy gordos, y estar convencido de que puedes ofrecer algo nuevo que supere, aunque sea en alguna faceta, a las versiones anteriores. En caso contrario, solo vas a dejar claro que tu único objetivo es la recaudación y que el arte te importa un comino. Bueno, y que no tienes imaginación...
Esta versión no supera en nada, absolutamente nada, a la versión de 1959. Ni siquiera en el apartado visual, en la que no han sabido aprovechar las nuevas tecnologías para aportar una visión más espectacular y épica. Al final, salvo un par de planos que se escapan de la quema, los momentos más espectaculares de la película quedan reducidos a manchas borrosas que se mueven por la pantalla sin ton ni son, ya sea en la carrera de cuadrigas o en la batalla naval. ¿Es espectacular? Bueno, si...
pero otras lo son más.Los actores, aunque cumplen, son del montón y no hay ni una sola escena destacable por sus interpretaciones. Solo, el siempre correcto, Morgan Freeman aporta un poco de enjundia al conjunto. Santoro también es creíble como Jesús de Nazaret, aunque el tratamiento que se le ha dado al personaje no me ha gustado en absoluto.
En fin, la película entretiene y hasta puede que guste a quienes no hayan visto versiones anteriores, pero ni soporta comparaciones ni era necesaria. Es completamente prescindible y es preferible que os gastéis el dinero de las entradas en haceros con la estupenda versión de 1959 en Bluray, que es un peliculón de 10 y tiene una calidad envidiable.
Lo mejor: Poco cosa. Algún plano aislado y que es entretenida. Morgan Freeman y Rodrigo Santoro.
Lo peor: Todas las licencias que se toma y alteran la historia. Especialmente el final. No ha sabido aprovechar lo único en lo que podría mejorar a las versiones existentes: el apartado visual.
Nota: 3/10
La frase: "¿Pésame? Mírales. Quieren sangre. Todos son romanos ahora."
Ficha en IMDB: http://www.imdb.com/title/tt2638144/