En mi cultura, cuando muere una mujer, dormimos en el piso.
Dormimos con su hermana. Sacrificamos a sus gatos.
Nos tiramos del pelo. Les tiramos del pelo a los demás.
Nos pasamos los cálculos urinarios rosáceos. Nos soñamos afónicos.
En mi cultura, cuando muere una mujer,
hacemos un puré con vientres burbujeantes de luciérnagas
y lo usamos de rímel para el cadáver de largas pestañas.
El virgo es habitual. La ópera ligera es habitual.
El intercambio de fluidos, de disparos, es habitual. Es habitual ponerle
cianuro al Kool-Aid de frutos rojos. Los estorninos están
acostumbrados a chocar. Y, por supuesto,
después de la comida a la canasta, y de llevar los chicos a dormir,
bañamos de lila al viudo, lo vestimos de alepín
y lo reducimos a cenizas.
Ben Lerner. Elegías Doppler. kriller71 ediciones, 2015. Selección, traducción y prólogo de Ezequiel Zaidenwerg. Fotografía de portada: Adelaide Ivánova.