El Valle del Genal es uno de los más encantadores rincones del interior de la provincia de Málaga.
Un territorio moteado por pueblos como copos de nieve a mitad de camino entre la Costa del Sol, la serranía de Ronda y el parque natural de la Sierra de las Nieves, que guarda entre sus tesoros botánicos el pinsapo, un abeto prehistórico único en la mitad sur peninsular.
El Genal es un río y un conjunto de pueblos. Uno de ellos lleva el nombre de Benadalid y evoca el pasado morisco en su topónimo, en la trama urbana de sus calles y plazas, en sus casas, patios y huertas cercanas.
Las mayores alturas que se observan en esta zona corresponden al Peñón de Benadalid (1.116 m) y a la Loma de la Sierra (1.137 m), ya en el vecino término municipal de Benalauría.
El pequeño casco urbano de Benadalid está flanqueado por los arroyos del Frontón y de Espichi, que sierra abajo se unen en el de Benamaya, afluente directo del Genal.
La frondosidad de la masa forestal (alcornoques, pinos, encinas y castaños), más abundante cuanto más cerca del río, cambia de signo en los lugares cercanos al pueblo, donde predominan el olivar, el viñedo y el cereal junto con los almendros. (El Mundo)