La plaza de toros de la localidad malagueña de Benalmádena, cuyo empresario actual es Gaspar Jiménez, padre del novillero Jiménez Fortes, se queda temporalmente sin adjudicatario. Y es que el Ayuntamiento anunció ayer que se ha iniciado el procedimiento para la retirada de la concesión administrativa actual por no cumplir con el mantenimiento del recinto. Al tiempo, se iniciará los trámites correspondientes para redactar un nuevo pliego de condiciones que permita sacar de nuevo a concurso el coso, previsiblemente a comienzos del próximo año.
Uno de los motivos de la rescisión del contrato tiene que ver con que la Junta de Andalucía ha prohibido la celebración de cualquier espectáculo en el recinto taurino «por no cumplir con las condiciones de seguridad que debe tener un recinto con un aforo de 2.900 localidades», apuntó el alcalde, Javier Carnero. En este sentido, desde el Ayuntamiento se explicó que las bocanas se encuentran en mal estado, «y sólo garantizarían la evacuación en caso de emergencia de 600 personas, siendo la administración local responsable subsidiario de cualquier incidente que pudiera provocarse por esta situación», señaló el mandatario.
Por otro lado, los propietarios actuales de los locales comerciales ubicados en los alrededores de la plaza «no son para nada responsables de la actual situación de dejadez, sino también afectados por el mal estado de las instalaciones, y así se tendrán en cuenta a la hora de plantear la nueva adjudicación», adelantó el alcalde.
La intención del equipo de gobierno a partir de ahora es introducir mejoras en el pliego de condiciones con respecto del actual, que ni siquiera contemplaba el pago de un canon, simplemente recogía el correcto mantenimiento de las instalaciones. Entre las novedades se encuentra «una mayor implicación municipal en la elección de los espectáculos que acogerá el recinto, para sacarle un mayor partido y rentabilidad a las instalaciones, en aras de convertirla en un espacio de referencia en toda la Costa del Sol, tanto por los espectáculos taurinos como para los culturales», adelantó el primer edil.
Una de las consecuencias más inmediatas de la situación del coso benalmadense tiene que ver con que el decreto emitido por la Junta prohíbe la celebración de la suelta de vaquillas que se celebra con motivo de las fiestas de Benalmádena Pueblo. Así, desde Festejos se organizará otro evento lúdico.
Fuente: Mari Carmen Jaime en el diario SUR