Benedetta carlini

Por Diana Cabello Muro @Didymyself

Monja, mística y lesbiana del siglo XVII



Vivió en la Italia de la Contrarreforma, durante los siglos XVI y XVII.
Benedetta Carlini nació en una familia de clase media italiana. Para cumplir una promesa paterna el día de su nacimiento, le compraron una plaza en el Convento de la Madre de Dios en Pescia donde ingresó con 9 años y que le permitió una vida confortable.
Culta, espontánea, devota y apasionada, su especial temperamento la hizo destacar, y ya desde el primer momento recibió un trato especial por parte de las hermanas del convento en el que fue internada como consecuencia de sus visiones sobre la Virgen María y de su relación mística con Dios. Debido a su particular forma de religiosidad y su particular carácter, a los treinta, Benedetta fue nombrada abadesa, pero comenzó a tener una serie de visiones, en las que hombres trataban de matarla. Temerosas de que Benedetta estuviese endemoniada, las demás monjas la asignaron a su celda. Las visiones más terribles cesaron, pero siguió teniendo visiones sobrenaturales.
Las visiones llegaron a oídos del papa, entregado a la Contrarreforma y determinado a silenciar a los místicos potencialmente peligrosos si mostraban signos de espiritualidad independiente o herética. A pesar de que visitaron tres o cuatro veces a Benedetta, no fue hasta que interrogaron a la hermana Bartolemea que descubrieron que Benedetta y Bartolemea eran amantes. Según el relato de Bartolemea, la hermana Benedetta la obligaba a hacer el amor con ella mientras era poseída por un ángel macho llamado Splenditello, y ambas experimentaban las epifanías místicas que la hermana Benedetta describía.
La autoridad eclesiástica, sumamente alarmada, elaboró un informe sobre el caso, informe que aún hoy se conserva y que constituye la médula del trabajo de investigación de la autora Judith C. Brown.
En él, se recogen las declaraciones de las personas implicadas en los hechos y se describen situaciones tales como:
“Actuando como si fuera un hombre, ella [Sor Benedetta] se movía encima de la subordinada con tal intensidad que ambas quedaban corrompidas.”
“Benedetta, para obtener mayor placer, ponía su cara entre los pechos de la otra y los besaba, y siempre quería estar así sobre ella.”
“Durante el día, pretendiendo estar enferma y mostrando que necesitaba algo, asía con fuerza la mano de su compañera y poniendo dicha mano bajo sí, habría puesto el dedo de su compañera en los genitales propios y manteniéndolo allí, se excitaba tanto que se corrompía.”
De acuerdo con Brown, es posible que no fuese tanto el lesbianismo de Benedetta lo que la llevó a la caída y el encierro, como su egotismo. La confesión de Bartolemea fue suficiente para que Benedetta fuera despojada de su posición de abadesa y mantenida bajo arresto los restantes 35 años de su vida. Su antigua amante, la hermana Bartolomea, había muerto un año antes, en 1660.
Fuentes: Wikipedia, Mirales y Queering the church.
BROWN, Judith C.: Sexualidad lesbiana en la Italia del Renacimiento. El caso de Benedetta Carlini.