En una entrevista para Comicbook.com, el actor Benedict Cumberbatch ha revelado las intensas circunstancias a las que se enfrenta su personaje en la película Doctor Strange.
La descripción de Cumberbatch del origen del Hechicero Supremo suena similar al del Tony Stark del Universo Cinematográfico de Marvel, en el que tiene que caer muy bajo para después poder resurgir de sus cenizas.
Es un viaje tremendo con este tipo que viene de esa realidad binaria y casual que todos experimentamos, donde cuando haces algo hay una consecuencia. Cómicamente, supongo, incluso descubre que no puedes controlarlo todo. Es un neurocirujano brillante, tiene las manos más estables del negocio. Es increíblemente arrogante con ello. Tiene un accidente y sus manos se arruinan. Se embarca en una búsqueda desesperada por una cura y descubre que tiene ese material que está más allá de lo que piensa que necesita curar, que lo que realmente tiene que curar es él mismo para desbloquear todo su potencial y convertirse en el Hechicero Supremo.
Eso sí, convertirse en el Hechicero Supremo, como podéis imaginar, no será fácil:
Tengo que sudar. Tiene que sacar la mierda que tiene dentro. Tiene que sacar la mierda que tiene en su cabeza y en su cuerpo. Quiero decir, va muy, muy, muy lejos en esta historia para escarbar y convertrise en el súper héroe de la película.