Benedicto XVI piensa que la Iglesia debe cambiar, y que ese cambio tiene que significar cumplir mejor la misión que Jesucristo le ha confiado.
“A causa de las pretensiones y de los condicionamientos del mundo, el testimonio viene repetidamente ofuscado, alienadas las relaciones y relativizado el mensaje”.
Para poder ser ella misma, según el Papa, la Iglesia debe “desmundanizarse”, o sea, eliminar todo lo superficial que hay en ella. En concreto, ha dicho que debe liberarse de la carga material y política que la distrae de su verdadera misión.
“...Significa devolver a la Iglesia su plena identidad quitando lo que sólo aparentemente es fe, pero en realidad no son más que convenciones y hábitos”.
El Papa ha dicho que en cualquier caso, la Fe cristiana será siempre “un escándalo”, porque siempre será un “atrevimiento” pensar que Dios se ha dejado crucificar para dar la resurrección a los hombres.
[via Rome Reports]