Las habilidades sociales y emocionales que había adquirido con mi experiencia de juego online fueron suficientes para salir del oscuro agujero en el que nací y crecí rodeada de amenazas, vejaciones, malos tratos, bullying, falta de dirección y también de autoconcepto, apoyo, comprensión… Aprendí que nadie es más ni menos por ser diferente, que ABSOLUTAMENTE TODOS queremos ser aceptados y queridos, que no debemos juzgar ni juzgarnos pues cada etapa cumple un cometido beneficioso en nuestra vida (aunque en ese momento no podamos verlo ni saberlo), que cada persona tiene una historia aunque no la comparta pero, sobre todo, aprendí que si eres capaz de sentir algo también eres capaz de conseguirlo.
Aunque debo reconocer una cosa… Me esforcé en olvidar todo lo que tenía que ver con el juego después de saborear el dulce néctar que emanaba de mi nueva vida real llena de superación, proactividad, nuevas posibilidades y, como no, felicidad. De mi cabeza desaparecieron todas las cosas que acabo de explicarte para volver con más fuerza hace un par de años, momento en el que conocí Minecraft de la mano de L3tCraft.
Ya sé que no sigues mi trabajo ni este blog porque tengas especial interés por el mundo de los videojuegos pero estoy segura de que lo que estoy compartiendo contigo va a ayudarte a entender mejor a alguien de tu entorno: a tu pareja, algún amigo/a, a tus hijos… Así que sigue leyendo.
Yo ya conocía Minecraft porque mi marido jugaba y había querido tentarme pero no me llamaba mucho la atención ese mundo hecho de bloques en el que no había misiones ni nada que hacer aparte de sobrevivir (¡como si eso fuera poco!). O eso creí hasta que tiempo más tarde descubrí los canales de YouTube de Chincheto77 y Minecraft Zaragoza -más conocido como Tonacho- (2 de los integrantes de L3tCraft), dos hombres hechos y derechos (menos risas si los conoces) que pese a sus responsabilidades laborales y familiares disfrutaban de su afición a la vez que cubrían una demanda: la del entretenimiento 2.0. Y no solo siguen haciéndolo sino que se han convertido en claros influencers que proporcionan horas de diversión y aprendizaje a su público (que engloba desde la primera adolescencia hasta la madurez). Y sí, digo APRENDIZAJE en mayúsculas porque estas personas no solo brindan risas y cachondeo (que lo hacen, soy la primera en ver “Mundo Chiquito” de lunes a viernes) sino que también comparten otros de sus intereses, sembrando así un interés cultural activo en su mayoritariamente joven audiencia (echa un ojo a los vídeos de Chincheto77 hablando de cine con Paco Nicolás en #Cine77, fíjate en los interesantísimos vlogs en el Centro de Astrobiología de Madrid o el Museo Thyssen, etc).
Aunque hay más aprendizaje… ¿Recuerdas que más arriba te dije que creía que Minecraft era un juego carente de interés porque no tenía misiones? Pues bien, me equivocaba, eso es tan cierto como decir que la vida no tiene emoción porque se basa en sobrevivir. Y es que al ver a esta pareja jugando me di cuenta de que uno de los puntos más interesantes de Minecraft es, precisamente, ser el creador de tus propios retos (más allá de que puedas ir a matar al dragón o perderte por el Infierno para encontrar una fortaleza).
De tanto verles, me había convertido en una “experta teórica” de Minecraft (mi marido alucinaba cuando le recitaba los “crafteos” -creaciones- sin haber jugado nunca) y mi atención cada vez se focalizaba más en comportamientos o situaciones que me llamaban la atención al ver a personas jugando: formas distintas de enfrentarse a las dificultades, más o menos proactividad, capacidad de adaptación, necesidad o carencia de pautas, expresión verbal y no verbal implícita en el tono, la entonación y la inflexión de la voz según la situación… Como imaginarás, tuve que comprar el juego y crear un mundo en el que experimentar.
Experimenté, vamos si experimenté… Tanto que me di cuenta de que me gustaba e incluso lo necesitaba para poner en orden mis pensamientos o emociones, algo que requería de mayor tiempo o esfuerzo aplicando otras técnicas de gestión emocional o relajación. Me ayuda a concentrarme, a desconectar, a relajarme para encontrar inspiración cuando me quedo sin temas o sin palabras que compartirte, me estimula… ¿Y sabes qué? Me he dado cuenta de que, a veces, hago cosas sin mucho sentido que me llevan horas y horas de trabajo para nada… ¿Estoy replicando mis dificultades reales en el mundo virtual del juego? Eso parece ser, de modo que empecé a aplicarme algunas estrategias de Coaching para comprender lo que estaba pasando y desenmarañar en el juego lo que no andaba muy bien en el mundo real. Obtuve respuestas rápidas, basadas en una experiencia de juego y que no me había costado dar a luz precisamente porque estaba jugando.
El paso siguiente fue ponerme en contacto con personas que estuvieran dispuestas a procesar lo que fuera aconteciendo en el juego con el fin de dudar de su vida real hasta el punto de extender su autoconocimiento y elaborar estrategias para mejorar y potenciar sus debilidades y fortalezas respectivamente.
Actualmente, Minecraft se ha convertido en una herramienta indispensable para el trabajo que realizo con adolescentes (que antes no tenían el más mínimo interés de hablar con alguien que había sido elegido por sus padres) y con personas que no pueden costear las sesiones experienciales de Coaching Asistido con Caballos pero quieren mejorar partiendo de la práctica (al procesar su comportamiento) y no desde la teoría (al charlar por Skype o en un despacho).
Imagen de www.vsgamers.es
Distintos estudios han demostrado que los videojuegos, sobre todo los de estrategia, pueden: aumentar la flexibilidad cerebral relacionada con la inteligencia humana, retardar el proceso de deterioro natural del cerebro asociado al envejecimiento, desarrollar habilidades sociales y emocionales en personas con Autismo, mejorar la habilidad lectora en niños disléxicos, presentar beneficios analgésicos en estados de enfermedad y convalecencia, mejorar la agudeza visual, desarrollar la memoria, la planificación y la motricidad de las manos, proporcionar mejor desempeño de habilidades técnicas virtuales como la cirugía frente a médicos que no han hecho uso de los mismos… Así pues, te invito a cambiar la forma de ver a esas personas aficionadas a los videojuegos. Es cierto que no conviene abusar y que las pautas, los límites y las preferencias deben ser claros pero… ¿Te habías planteado alguna vez que los juegos pueden estar ayudando social o emocionalmente a tus hijos? ¿En qué medida estás dispuesto/a a ver desde otra perspectiva esos juegos que detestas o a los youtubers que parece que no tengan oficio ni beneficio cuando realmente están estimulando constantemente el aprendizaje y el interés cultural de tus hijos? Ni todos los juegos son perfectos ni recomendaría que niños de ciertas edades vieran contenido en YouTube pero lo que sí tengo claro es que he visto a adolescentes recuperar la ilusión por estudiar al ver este vídeo de Alexelcapo (otro componente de L3tCraft) mientras que otros se han acercado al Thyssen porque su referente en YouTube lo recomienda.
Por todo ello, te dejo con este vídeo de Chincheto77 que te introduce a lo que es el juego y te detallo los que considero beneficios de jugar a Minecraft:
- Desarrolla la creatividad desde sus dos modos de juego (tanto en “supervivencia” como en “creativo” el jugador puede crear todo lo que esté en su mente, la única diferencia que hay entre el primero y el segundo es el tener que conseguir los materiales como en la vida real o disponer de todo en el inventario).
- Ejerce un efecto positivo en la socialización a cualquier edad pues el fenómeno se extiende y ya no se margina a los “frikis” que juegan videojuegos, el uso de los servidores cooperativos favorece la interacción y el uso de otros idiomas como el inglés, etc.
- Potencia valores esenciales para el civismo y la convivencia: paciencia, respeto, compañerismo, trabajo en equipo, liderazgo…
- No se abusa de la violencia pues los mobs o “monstruos” del juego son totalmente irreales, no sangran y se matan con un fin: sobrevivir o conseguir comida/materiales. Además, existe un modo de juego “pacífico” que puede adoptarse en edades tempranas o casos de sensibilidad.
- Es un juego entretenido en solitario y muy divertido en compañía con lo que puede jugar toda la familia creando un servidor privado muy económico. ¡Incluso puede crearse un servidor para el grupo de amigos del colegio! Desde esta perspectiva, existen ciertas opciones para la tranquilidad de los progenitores en el desarrollo de la diversión online de sus hijos (el proyecto AutCraft, con el que colaboro, es un claro ejemplo de espacio de juego y desarrollo seguro para adultos y niños con Autismo).
- Favorece el desarrollo de habilidades técnicas relacionadas con profesiones reales como la arquitectura, la electrónica, la agricultura, la ganadería…
- Ofrece la posibilidad de crear estructuras, monstruos, mundos o servidores mediante el uso de la programación y el álgebra (y cada día me sorprende más la capacidad temprana de dominar algo tan complejo sin formación previa).
- Potencia el dominio de las nuevas tecnologías y la proactividad/flexibilidad para encontrar soluciones a medida de cada situación.
- Desarrolla las habilidades de razonamiento espacial con el uso de coordenadas, mapas, brújulas… Los mundos nuevos se crean de forma aleatoria y se requiere de destreza y orientación para sobrevivir y elegir el mejor lugar donde establecerse.
- Aumenta la confianza a medida que se acrecenta la autonomía adquirida gracias a la supervivencia.
¿Has jugado alguna vez a algo que te haya ayudado a mejorar o sentirte mejor? ¿Conocías a los youtubers de los que te he hablado?
No quiero ni puedo terminar estas líneas sin dedicarlas a Chincheto77 y Tonacho, que trabajan muchas horas a diario (porque no, ser youtuber de éxito no es algo fortuito sino fruto de una gran dedicación a la creación de contenidos y a la comunicación en redes sociales) para darnos lo mejor de ellos mismos: no solo estáis entreteniendo, disfrutando de lo que os apasiona y ganando un dinero extra, estáis acompañando a personas de todas las edades a hacer más alegres sus días, a construir sus propias misiones y trabajar por sus propios sueños. Ejemplo de ello son mi marido Galletosis y nuestro amigo Gafy II, también hombres hechos y derechos que inspirados por vuestro trabajo están luchando por empezar a hacerse otro hueco en YouTube (porque lo único que importa es hacer lo que sientes y lo que te gusta, sobre todo si haciéndolo puedes aportar algo de valor al mundo).
Raquel Cabalga
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Muy pronto, estreno mi canal aquí: https://www.youtube.com/user/raquelcabalga
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