Todos sabemos qué es un beso. En su definición más formal se define como un contacto o presión con los labios sobre una persona o una cosa, contrayéndolos y separándolos, en señal de amor, afecto, deseo, saludo, respeto. etc.
Respecto a su origen hay muchas interpretaciones a lo largo de la historia, desde el impulso de succión del bebé hasta en la mujer de Cromagnon, que utilizaba el beso para alimentar a sus crías, masticaba la comida y la pasaba por su boca.
Los beneficios de dar y recibir un beso son muchos:
MEJORA TU SALUD FÍSICA: Besar ejercita más de 30 músculos faciales, mejora la circulación sanguínea y combate la formación de arrugas. Un beso “apasionado” te ayuda a quemar en torno a 12 calorías y al aumentar tu presión sanguínea también aumenta la energía física y mental. Los besos estimulan la liberación de ciertas hormonas que son muy buenas para la salud, ya que actúan como anelgésicos que hacen aumentar las defensas.
MEJORA TU SALUD EMOCIONAL: Al besar tu cerebro libera oxitocina, una hormona también presente durante los orgasmos, el parto y el amamantamiento, que ha sido asociada al amor, el cariño y el contacto físico con los demás, por lo que refuerza los lazos con la persona que has besado. También ayuda a liberar endorfina (la llamada hormona de la felicidad), que ayuda a combatir la depresión. La liberación de endorfina también nivela el estrés y produce una sensación de bienestar.
Además es gratis, por tanto ¡A besar!!!!