Beneficios del deporte en la salud, física y psicológica

Por Camilo Bracho @Camilo_Bracho


La mayoría de las personas, que realizan o no una actividad física, son conscientes de que el deporte `es bueno´ o representa un beneficio para la salud, sin tener conciencia de lo amplia que es la palabra `bueno´ y sin saber concretamente todo el provecho tanto en el ámbito físico como psicológico que puede sacar de la práctica deportiva de forma habitual.

Pues bien, con esta entrada lo que pretendo es poner nombre a todos esos bienes que derivan de la práctica deportiva y que por falta de diligencia o desinterés, en ocasiones desconocemos.

Si nos fijamos en el trayecto evolutivo del hombre a lo largo de la historia, (recolector, cazador, agricultor) nos damos cuenta de que probablemente el ser humano no este siguiendo el tipo o estilo de vida (Sedentarismo, tabaco, alcohol..) para el que está preparado según su desarrollo evolutivo.

Según estudios recientes con distintas poblaciones, se ha llegado a la conclusión, posiblemente en disparidad con el pensamiento popular, que los efectos positivos más importantes en el deporte, no son fisiológicos sino psicológicos.

Mejora de autoestima, autoconcepto, autoimágen, distensión, aumento de la concentración, sensación de bienestar.. son algunos de los beneficios psicológicos más importantes que nos proporciona la actividad física, sin olvidar que funciona como terapia y elemento de prevención en trastornos como la depresión, ansiedad y el estrés.

En el ámbito laboral/universitario, ya se puede hablar con propiedad, apoyándose en estudios que afirman, que aquellos individuos que combinan su actividad laboral con el deporte, aumentan considerablemente su productividad y eficiencia, cohesión social, actitud frente a dificultades y resolución de problemas, además de reducir considerablemente la petición de bajas por problemas de salud física y mental.

Los tipos de actividad física que presentan mayores beneficios a nivel psicológico, son los de carácter aeróbico y rítmico, tales como correr, andar, montar en bicicleta o nadar.

Según una investigación de Dishman(1986) encontró que de 1.750 médicos entrevistados, el 85% prescribían ejercicio en casos de depresión, y el 65% en casos de ansiedad y dependencia de sustancias y fármacos. La actividad física más recomendada por los médicos según el estudio era andar, seguida de natación, montar en bicicleta, entre otros.

En cuanto a los beneficios fisiológicos, seguro que podemos movernos con mayor soltura, ya que son los que más se potencian hoy en día, en una sociedad del culto al cuerpo, en donde lo que realmente importa es la apariencia física externa y los estereotipos que nos venden por los distintos medios de comunicación.


Entre los más representativos se encuentran: Favorecimiento del crecimiento muscular,  refuerzo de ligamentos, tendones y articulaciones, mejora del ritmo cardiáco, reducción del riesgo de enfermedades coronarias, aumento del bombeo de sangre al cerebro, aumento de capacidad de concentración y coordinación, sensación de bienestar y optimismo.

Para finalizar, simplemente apuntar que la práctica deportiva no es únicamente una actividad que puede aumentar la longevidad y la salud, sino que también es determinante en el ámbito emocional, tanto en la infancia en la formación de la personalidad, como en las demás etapas de la vida como elemento de cohesión social e ingrediente fundamental en la configuración armónica de nuestro ser.

No se trata sólo de sumar años a la vida, sino también de darle vida a los años.


Camilo Bracho


Fuentes: 

Rosa, S. M. (1995). Beneficios psicológicos de la actividad física. Revista de psicología general y aplicada: Revista de la Federación Española de Asociaciones de Psicología48(1), 185-206.