Los entrenamientos en altura llevan haciéndose durante décadas, y sobre todo están dirigidos a deportistas relacionados con deportes de resistencia. Así pues, es un entrenamiento muy interesante para que los ciclistas mejoren su rendimiento. Estos entrenamientos van a producir una serie de mejoras fisiológicas en el cuerpo.
Beneficios de entrenar en altura
Antes de comenzar a enumerar los diferentes beneficios es importante recalcar que a entrenamiento en altura nos vamos a referir siempre a alturas que estén a un mínimo de 1.700. Es a partir de esa altitud cuando las adaptaciones van a ser más eficaces.
Además también es importante tener en cuenta que hay un período mínimo a partir del cual se obtendrán beneficios. Estaríamos hablando de períodos de entrenamiento que superen los 15 días. No servirán de mucho entrenamientos en altura inferiores a ese número de días.
- Mejora la producción de EPO y hematocrito: esto quiere decir que nuestro organismo tendrá mayor capacidad para transportar el oxígeno. Por lo tanto estaríamos hablando de un "doping" natural, que por supuesto no está considerado como doping.
- Mejora el estado inmulógico: por lo tanto habrá menos probabilidades de caer enfermo.
- Disminución de la presión arterial y de la frecuencia cardíaca: nuestro corazón se hará más grande y necesitará menos latidos para bombear la misma cantidad de sangre.
- Se aumenta la capacidad pulmonar: en altitud la cantidad de oxígeno es menor, por lo que nuestros pulmones tendrán que adaptarse a esa situación. Se adaptan aumentado la capacidad.
- Mejora del rendimiento físico: todas las adaptaciones anteriores se van a traducir en una mejora del rendimiento físico general. Si nuestra capacidad pulmonar aumenta, nuestro corazón se hace más grande y nuestra sangre transporta más oxígeno a los músculos, el aumento de rendimiento está garantizado.