No hay nada como decidir retomar el blog para que:
a) Google Chrome decida que ya no te ajunta más i a ti ni a tu m"&/@ de ordenadorb) El cargador de la batería de la cámara decida ir a darse un paseo por esa parte de mi casa cartografiada bajo el lema "Aquí hay Dragones"
Sin embargo, como yo estoy decidida a seguir pa'lante con el tema del blog, he hecho de tripas corazón y de mi capa un sayo y he decidido que no hay mal que por bien no venga para hacer limonada con lo que me da la vida*
El caso es que, a falta de Chrome, bueno es Firefox, y quizá esta falta de registro gráfico sea lo que necesitaba para ponerme al día de una vez con todas aquellos productos que tengo en la recámara del "para otro día".
Así, entre ellos se encuentra esta minitalla del ya más que estrenado-probado y publicitado Push-up Liner de Benefit, obsequio que recibí en primicia cuasi universal a tenor de un error en el canje de un vale de Ipsos y cuya novedad dejé pasar de largo entre páginas de Manuales de la UNED y viajes por las provincias Castellanas.**
Bueno, lo cierto es que, lo comido por lo servido, esto me da la oportunidad de hablaros de este producto no en rigurosa y rabiosa actualidad, pero sí desde la dilatada experiencia de unos cuatro meses de uso bajo temperaturas de toda índole.
Bien, para empezar he de decir que tiene un formato que ciertamente facilita muchísimo la consecución del rabillo de la winged-cat-o-vomo-quiera-que-se-llame raya del ojo. Eso sí, mientras que otros eyeliners permiten mucha libertad de estilos (años 60, pin up...), con éste básicamente nos vamos al delineado felino de tintas cargadas y gran impacto.
Por otra parte, más allá de la ergonomía de la puntita de silicona a la hora de rabillear, lo cierto es que no me ha parecido un producto especialmente sencillo en su uso, puesto que cuesta un poco controlar la salida del gel y el reparto por la línea de las pestañas con uniformidad. Además, la diferencia entre la textura fluida del producto que nos encontramos después de haberlo usado un par de días, y la mayor solidez del gel recién sacado hacen difícil la consecución de un delineado homogéneo, o al menos, a mis torpes manos eso les ha parecido.Por último, en tanto a factores negativos, creo que es conveniente decir que a mi me resulta muy difícil emplear este eyeliner para la parte más estrecha y delicada de la línea, en el tercio interior del ojo.
Imagen de news.cision.com
Eso sí, he de confesar que me encanta el aspecto aterciopelado y negro que deja el gel una vez se ha secado y, si tuviera más maña, no dudaría en usarlo a diestro y siniestro para looks sofisticados y glamurosos.En resumen, si he de seros sincera a mi no me ha convencido especialmente, pero sí que me da la sensación de que ésto variará mucho de una persona a otra pues seguro que, una vez pillado el truco, resulta infinítamente más cómodo para algunas que el clásico pincel + gel en tarro.En fin, espero que os haya resultado interesante esta entrada y que os haya hecho sonreír un ratito.
Un beso y hasta la próxima.
* Cuando en su día me dijeron aquello de "Mujer refranera mala casadera" no le dí mucha importancia pero ahora, bien mirado...
** Castilla, Je t'aime!