Castellani Winery Beni Duilio Castellani, Riserva 2008 Chianti Classico 13% Grad. Alc. D.O.C.G. Chianti Florencia, Toscana, Italia.
Uno de los clásicos maridajes son el de pizza con chianti: no tiene pierde, más si la pizza no tiene entre sus ingredientes alguno con un sabor fuerte que acapare todas las atenciones como las anchoas de la entrada del albariño charrúa de hace unas semanas. Ya con una de champignones, tomate seco y rúcula, éste ingrediente último utilizado muy frecuentemente en la culinaria brasileña, el chianti casa muy bien.
Los Chianti son quizá los vinos más populares-famosos-conocidos de Italia, aunque bajo el mismo nombre se agrupe vinos de muy diversas variedades y calidades, desde los más renombrados hasta hace algún tiempo los botellones que vienen revestidos con paja.
Los "chianti classicos" son de la región más antigua, entre Florencia y Siena, y tienen que poseer como mínimo en su elaboración 80% de uva sangiovese, a diferencia de los “chianti normal” que tienen que poseer como mínimo 70% de esa uva, pudiendo ser el restante elaborado con canaiolo e inclusive con cepas extranjeras como merlot y cabernet sauvignon siempre y cuando cada una o entre sí no pasen del 12% en la elaboración. Además, y como si fuese poco, si este rótulo (Chianti Classico) viene aompañado de la palabra “Riserva” significa que el caldo estuvo envejecido en barriles de roble como mínimo por dos años, pudiendo tener algún otro tiempo en botella. Ojo, esto es sólo con el “Chianti Classico Riserva”, que es el vino de esta entrada, pero hay otras siete variedades de Chiantis: Chianti Colli Aretini; Chianti Colli Fiorentini; Chianti Colli Sinese; Chianti Colline Pisane; Chianti Montalbano; Chianti Montispertoli; y Chianti Rúfina, cada cual con sus particularidades y de seguro muy diferentes entre sí, siendo todos Chiantis.
El vino de esta entrada no trae qué cepas se utilizaron en el 20% restante para su elaboración, pero sí sabemos que un 80% es sangiovese.
A la vista, de un rojo cereza con bordes color teja, de capa ligera, denota corpulencia mediana. En nariz, frutos rojos de una intensidad considerable, un toque de vainilla también. En boca, una leve sensación a clavo de olor y un punto de pimienta; de taninos sedosos, bien estructurado, elegante, de una densidad inesperada para lo que imaginaba de un chianti, no llega a ser corpulento pero cuenta con una densidad que llega a la mediana; de final corto para mediano con un retrogusto muy afrutado, persistente.
Un muy buen chianti que acompañó perfectamente nuestra noche de pizza.