Benidorm, ¿modelo de sostenibilidad?

Por Ne0bi0 @buenosviajeros

Recientemente  el informe “Sustainable Holiday Future” del touroperador Thomson, ha atraído la atención del sector turístico español por su valoración positiva sobre el modelo de Benidorm. El medio del gremio Hosteltur lo trasladaba al público español con su nota “El modelo Benidorm conquistará el mundo por su sostenibilidad” no sin cierta controversia (algunos ven intereses oscuros)-

Y es que Benidorm es un caso algo especial, intentaremos desgranar por qué.

Un poco de historia

Los lectores que no conozcan Benidorm, deben que esta localidad a la orilla del Mediterráneo tal vez se sonprendan al conocer que esuno de los lugares más turísticos del mundo. Aunque en 1950 sólo era un pueblo de pescadores de 2.700 habitantes, Benidorm  experimentó un crecimiento espectacular con el impulso franquista al turismo en los años 60 y 70. Fue cuando los bikinis se abrieron cambio y los turistas eran bienvenidos un como un soplo de aire fresco en un país cerrado y gris. Antonio Alcántara, de la serie, Cuéntame, decide visitar Benidorm en sus primeras vacaciones, ilustrando el desembarco de las masas en las playas. Lo mismo pasó en Inglaterra con Blackpool, aunque unos años antes.

Las cifras son apabullantes:  ha llegado a ser la localidad española con más pernoctaciones en agosto y en 2009 fue la tercera ciudad más visitada de toda España. Encajonada entre la montaña y el mar, el crecimiento ha sido en vertical y hoy es la ciudad del mundo con más rascacielos por m2, después de Manhattan. Muchos turismos conviven en Benidorm, desde ancianos del IMSERSO (viajes sociales), que ha hecho del turismo masificado su sello de identidad. La saturación a la que se somenten a los visitantes de Benidorm es tremenda. Si la densidad de hoteles es enorme, igual de saturada está su playa. Por cierto, el amigo del ladrillo, Zaplana fue su alcalde hace unos años.

Alta densidad = Eficiencia en el consumo de recursos

El informe que abre este post, confirma lo que ya se había venido comentando (BBC, Juan Freire…): que la alta densidad de Benidorm conlleva un uso eficiente del agua, así como de la la energía y los combustibles fósiles. Además, los desplazamientos a y en el destino son cortos. Es decir, la huella ecológica de Benidorm por turista y noche es muy pequeña comparada con la de otro producto a priori más ecológico como unas vacaciones en Costa Rica.

Sin embargo, esto resulta anti-intuitivo: ni el destino se ha planificado para ser sostenible, ni los turistas tienen conciencia de ser turistas responsables, ni Zaplana nos parece el adalid del desarrollo sostenible, por lo hablar de la aglomeración de ladrillo que a muchos nos provoca sarpullidos.Sin embargo es la opción de muchas personas, para las que Benidorm atractivo y asequible. En ocasiones, puede que esa abundancia de gente guste a gente joven y extranjera, cuyas vacaciones buscan ligar, tostarse al sol y emborracharse. Quizá por eso, una playa saturada no les desagrade para nada.

Hotel vs apartamento

A veces, se mete erróneamente en el mismo lugares como Benidorm y otros como Marina d’Or (macro urbanización de segundas viviendas). Las segundas viviendas sí son el enemigo número uno del turismo sostenible: acaparan el territorio, y recursos, no vertebran la población y no generan apenas riqueza ni puestos de trabajo. El hotel, tan abundante en Benidorm, sigue siendo uno de los alojamientos  ecológicamentemás eficientes en contraposición con los miles de segundas residencias que pueblan la costa mediterránea llenándola de hormigón. Si la gente dejara su segunda residencia en la playa por ir a Benidorm también resultaría mucho más ecológico, ya que las segundas residencias están vacías la mayor parte del tiempo y suelen proporcionar escasos beneficios más allá de la propia venta del inmueble.

Fallos en el “modelo Benidorm”

Conviene recordar que el monocultivo turístico de turistas que existen en Benidorm es indeseable: un aumento brusco del precio del crudo, encareciendo los costes de los vuelos o un acto de fuerza mayor impredecible, puede destruir toda la economía local de golpe. Esta máxima sirve tanto para los países del Sur como para los del Norte. Cuanto más diversa sea la economía, más resiliente será ante las crisis.

Por otro lado, la saturación conlleva competencia por el espacio público y los servicios, entre turistas y locales. Apenas hay espacio entre la playa y los edificios; si se contruyera hoy sería ilegal. Al ser un lugar poco planificado, el resultado es bastante antiestético. Pero el mayor fallo de este modelo, es que no gusta a todo el mundo. De hecho, me atrevería a decir que hay una parte importante de la población a la que la palabra Benidorm le produce rechazo. Las tendencias del turista moderno van hacia la personalización, hacia el nicho de mercado, hacia el contacto desenfadado con los locales. Y Benidorm es todo lo contrario a eso.

Conclusión

El impacto del turismo en el medio ambiente es igual a número de vacaciones x huella ecológica. Como no parece factible que baje el número de vacaciones (cada vez se viaja más), queda reducir la huella ecológica por turista para no tomar más del planeta de lo que nos corresponde.

Benidorm simplemente prueba que una ciudad compacta es más eficiente que una dispersa, pero aún está por demostrar que el “modelo Benidorm” se pueda exportar turísticamente.

¿Por qué aprendemos lo mejor de Benidorm -eficienciay nos despredemos de lo peor -monocultivo turístico, saturación, estética- para crear pautas verdaderamente sostenibles?

Costa Iberica Upbeat To The Leisure City,

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