Ingredientes para cuatro personasCuatro berenjenas400 gr de setas variadasDos puerrosDos cebolletas250 cl de leche de soja2 - 3 cucharadas de harina de garbanzosUn ramillete de albahacaUn par de cucharadas de cebollino picadoDos cucharadas de semillas tostadas de sésamoSal PimientaNuez moscadaAceite de oliva
- Lavamos bien las berenjenas, las cortamos longitudinalmente, las salamos y las dejamos una media hora que vayan escurriendo para eliminar el sabor amargo. Pasado este tiempo las lavamos bien para eliminar el exceso de sal y las ponemos a hervir al vapor unos quince o veinte minutos. Retiramos y dejamos enfriar.
- Mientras, limpiamos los puerros, los troceamos en juliana fina y los pochamos a fuego suave con un poco de aceite y una pizca de sal. Ojo que no deben coger color.
- Preparamos las setas según sean frescas, congeladas o en conserva y las troceamos. Recuerde que al cocinarse merman bastante, no haga unos trozos demasiado pequeños.
- Añadimos las setas al pochado de puerros removemos bien y dejamos que se hagan unos ocho o diez minutos. Comprobamos de sal, retiramos y reservamos.
- Con un cuchillo o con una cucharilla extraemos la pulpa de las berenjenas cuidando de dejar una pared como de un centímetro. Troceamos esta pulpa y la unimos al pochado de setas y el puerro, agregamos la albahaca finamente picada, un toque de pimienta y mezclamos bien.
- Rellenamos las berenjenas con esta mezcla y las colocamos en una fuente para el horno. Reservamos.
- Limpiamos y cortamos las cebolletas en brunoise (juliana muy fina) y las pochamos con un poco de aceite y una pizca de sal a fuego suave.
- Cuando comienzan a estar trasparentes añadimos la harina de garbanzos, removiendo bien, y vamos añadiendo la leche de soja hasta conseguir una bechamel suave y sin grumos. Comprobamos de sal, añadimos nuez moscada al gusto, cubrimos con ella las berenjenas y las espolvoreamos con las semillas de sésamo.
- Introducimos en el horno previamente calentado a 180º y dejamos unos quince o veinte minutos. Podemos gratinar hasta que la bechamel tome un bonito color dorado pero procurando que no se queme.
- Servimos con el plato decorado con un poco de cebollino picado.