A la vuelta de nuestro Polonia en una semana, hicimos una breve escala en la ciudad italiana de Bérgamo. Para los usuarios de Ryanair, Bérgamo os sonará bastante. Nosotros ya habíamos estado justo 7 años antes cuando recorrimos durante una semana parte de Lombardía y Véneto.
Lo primero que hicimos al llegar al aeropuerto de Bérgamo fue comprar el billete de bus a la ciudad en la oficina de turismo. Tuvimos que comprar uno que se llama "Tariffa C" y que incluye 3 zonas. Es válido para 90 minutos desde que se valida dentro del bus (esa maquinita roja que veis en la foto inferior). Su precio es de 4,70 € ida y vuelta.
Lo segundo, dejar las maletas en la consigna del aeropuerto. Está en la zona de los buses, saliendo de la terminal a mano derecha y cuesta 5 euros por maleta pequeña. Creo recordar que 8 € las maletas grandes.
Ya ligeritos de equipaje nos subimos al bus (línea 1 y 1A) que nos llevaría la Cittá Alta. También se puede visitar la parte baja (Cittá bassa), pero nosotros ya la conocíamos y lo más turístico y bonito se encuentra en la alta. De todas formas, tenéis algo más de info y fotos en el post que publicamos en 2011 sobre Bérgamo. Si tenéis que pillar otro bus o incluso un tren desde Bérgamo a otro destino, también podéis pillar este bus porque para entre una y otra (están casi enfrente). Por cierto, en la estación de tren también tenéis consigna para dejar vuestro equipaje. Nosotros como íbamos directos a la ciudad alta por falta de tiempo, decidimos dejarlo en la consigna del aeropuerto de Bérgamo.
El autobús desde el aeropuerto Orio al Serio os deja en una plaza llamanda Largo Colle Aperto, en las inmediaciones del Museo de Ciencias Naturales y el Museo Arqueológico. Siguiendo esa calle nos encontramos la Piazza della Citadella, la Piazza L. Mascheroni y continuando llegamos a la más conocida y bella plaza de Bérgamo, la Piazza Vecchia.
En la Piazza Vecchia nos encontramos con la Biblioteca, el Palazzo della Ragione, la Catedral, la Basílica de Santa María la Mayor, la capilla Colleoni y el Baptisterio.
Otras opciones, aparte de callejear, que es lo que hicimos nosotros porque únicamente disponíamos de unas horas, es subir en el funicular hasta San Virgilio o si tenéis más tiempo y estáis en forma, subir las escaleras desde la ciudad baja por las verdes colinas de la ciudad.
Si os gusta la pintura, tendréis oportunidad de visitar la Accademia carrara, con obras de Botticelli o Tiziano, entre otros. No os perdáis tampoco los 5 km de murallas venecianas que todavía quedan en pie con 4 majestuosas puertas.
Y si os gustan los miradores, desde la Torre Cívica en la Plaza Vieja, desde la Torre dei Caduti o incluso desde la colina de San Vigilio encontraréis buenas panorámicas de la ciudad.
Y esto fue lo poco que dió de sí nuestra segunda visita a Bérgamo, pero alguien duda que mientras que Ryanair nos lleve a Italia no habrá una tercera? 😝