Berlín – Memorias de un muro

Por Noeyfer

Llegamos a Berlín después de la locura de Ámsterdam y fue muy bueno encontrar un lugar más tranquilo. El viaje en micro a pesar de ser largo (10 horas) fue bastante cómodo. Seguimos viajando con Eurolines, siempre es la alternativa más económica y práctica. Nos recibieron en su hogar Cata y Hernán (amigos de Mori, mi hermana, que hace unos años que están viviendo en Berlin). Pasamos a buscar las llaves por su trabajo y de ahí nos tomamos el subte hasta el departamento.

Cata nos advirtió sobre Mou, su perro “guardián”, que como no nos conocía podría llegar a atacarnos. Así que cuando llegamos a la puerta, metimos la llave en la ranura, respiramos hondo y de última teníamos seguro de viaje. Pero para nuestra sorpresa al abrir apareció Mou el perro “mimoso” que ni bien entramos nos recibió como si hubiéramos vivido con el toda la vida. Cata dice que mou ve mal, así que sospechamos que nos confundió con los dueños de la casa y por eso tanta expresión de amor, pero al pasar los días confirmamos su amor por nosotros.

Llegar a la casa de Hernan y Cata fue como encontrar un oasis hogareño. Nos sentimos tan cómodos en el departamento que nos tomamos como 3 horas para tomar unos mates, andar en patas, dormir una siestita, Noe se probó la ropa de Cata y sus perfumes, yo me comi todo lo que tenían en la heladera, y vivimos un poquito el ambiente de hogar que no lo habíamos notado pero extrañábamos mucho. Mentira, hasta dormir una siestita es verdad, lo demás es un chiste porque soy re jorobon.

DIA 1: Fuimos al supermercado, los precios son como en Argentina, así que nos agarró como un ataque de locura y nos compramos de todo!. Conseguimos arroz con leche y milanesas! No lo podíamos creer. Nos tiramos en una plaza en frente del súper con todas nuestras compras y comimos re bien, es más, nos sobro un montón de comida.

Los carteles en Berlín son bastante inentendibles, obviamente están escritos en Alemán con su llamativo carácter parecido a la letra b, ß llamado Eszett que representa a la doble S, me intrigaba saber cómo funcionaba.

Comenzamos el recorrido por el Checkpoint Charlie que fue uno de los pasos fronterizos más populares del Muro de Berlín durante la Guerra Fría. En 1989 con la caída del muro fue demolido, pero en el 2000 volvieron a construir la caseta del Checkpoint acompañada por dos chicos disfrazados de soldados y así poder imaginar más fácilmente como se vería el lugar en esa época.

Justo en frente hay un museo que explica un poco como era la situación en ese momento, el funcionamiento de los pasos fronterizos y el motivo de la construcción del muro.

Finalizada la Segunda Guerra Mundial, el país se dividió en cuatro partes: la francesa, la británica, la estadounidense y la rusa. En la zona estadounidense, británica y francesa se estableció la República Federal Alemana (RFA), mientras que en la Este, la de los rusos, se creó la República Democrática Alemana (RDA). En 1961, el bloque soviético decidió levantar lo que denominó Muro de Protección Antifascista. Con este muro, en realidad, lo que pretendían era evitar el éxodo de alemanes del Este hacia la zona occidental.

Continuamos el recorrido con un clima espectacular y un cielo brillante hasta Pariserplatz donde se encuentra la Puerta de Brandenburgo, un ícono de la ciudad. Es el símbolo por de la reunificación Alemana. Es muy lindo verlo de día y también de noche por su buena iluminación.

En los lugares por donde pasaba el muro hoy se ven adoquines que recuerdan el trazado y unas placas metálicas con las fechas de inicio y demolición del mismo.

Plaza de los Gendarmes. Esta plaza sirvió de refugio a los franceses que huían de la persecución religiosa en su país y con el tiempo se construyeron dos catedrales protestantes, una francesa y otra alemana además de un sala de conciertos Konzerthaus en el centro, dándole una simetría a la plaza incríble. Se considera una de las plazas más hermosas de Berlín.

Si te perdés por las calles podes mirar las alcantarillas que te guian un poco, jaja.

En el camino encontramos algunas partes del muro con dibujos, algunas reseñas y hasta chicles!

Memorial del Holocasuto. En la calle que va desde la puerta de Brandenburgo a la Potsdammer Platz se encuentra este monumento que recuerda la barbarie nazi contra los judíos.

Es la reproducción de un pueblo judío con bloques de hormigón de diferentes tamaños, hay que tomarse un tiempo recorriéndolo. Es uno de los monumentos vivos que mejor transmite sentimientos y significados.

Cuando vas recorriendo los pasillos formados por los bloques de cemento te produce una sensación de soledad, ahogo, angustia e incertidumbre que creemos que deben haber querido transmitir al hacerlo. Noe dice que funciona como como una instalación de arte en la que uno puede interactuar con el monumento para sentir mejor lo que se pretende transmitir.

Un lugar donde seguir aprendiendo es la Topografía del Terror: un centro de documentación sobre el aparato del terror y represión, construido sobre el antiguo Cuartel de la Gestapo.

Para recorrerlo y leerlo completo se necesita tiempo porque hay muchos carteles con información. Nosotros lo vimos en una hora, pero no llegamos a leer todo.

Detrás de la Topografía del Terror aún queda en pie un trozo del Muro.

Practicamente de todos lados de la ciudad se ve la torre de televisión a la cual se puede subir para ver Berlín desde las alturas.

A la noche nos encontramos con los chicos en su casa y nos explicaron varias cosas del país, de cómo es la vida acá y como siempre el lado bueno y el no tan bueno de cada lugar. Así que nos fuimos a dormir con el itinerario del día siguiente un poco más armado por estos especialistas je.

DÍA 2: Nos estamos tomando el paseo con bastante tranquilidad. Hoy cata se sentía bastante mal, así que no fue a trabajar y nos quedamos tomando unos mates y charlando durante la mañana. Al medio día de nuevo nos comimos unos sándwiches y nos dirigimos hacia el muro. Y acá tengo que hacer un descargo obligado. En Ámsterdam cuando a Noe se le ocurrió hacer este sándwich me le puse bastante en contra. Es que para mí la ensalada rusa en un sándwich no pega. Pero tengo que admitir que están buenísimos y durante el transcurso del viaje fue un sándwich de elección.

Después pasamos por el Parlamento Alemán, había una cola interminable, así que nos quedamos con las ganas de subir a su cúpula. La entrada es gratuita y conviene sacarla por internet para no tener que esperar tanto, cosa que nosotros no sabíamos.

Caminamos hacia la Isla de los Museos pero no entramos en ningún museo, pero si a la Catedral de Berlín del siglo XIX.

Isla de los Museos, llamada así porque es una isla dentro de la ciudad en el río Spree que concentra los principales museos de Berlín. Es Patrimonio de la Humanidad. En ella se encuentran cinco de los museos más importantes de la ciudad: el Altes Museum (Museo Antiguo), Alte National galerie (la Antigua Galería Nacional), el Pergamon museum (Museo de Pérgamo), el Neues Museum (Museo Nuevo) y Bode Museum (Museo Bode y la Catedral de Berlín.

De la isla nos fuimos hasta el berlin wall memorial que es menos promocionado pero que Hernán nos habia recomendado mucho. Hay una gran pared de metal oxidada con fotos de las victimas del holocausto y una parte bastante larga del muro.

Hay una parte en donde se puede ver una torre de vigilancia y el muro en su estado original. También se puede mirar por entre los bloques y ver el espacio entre las paredes que en su momento estaba lleno de bombas haciendo casi imposible poder cruzarlo, muy pocos sobrevivieron al intento.

La instalación muestra cómo se construían las instalaciones fronterizas y darnos una idea mas clara de como funcionaba la construcción que una vez dividió este país.

Pasamos al lado de donde se supone que estuvo el Búnker de Hitler, el lugar donde se suicidó al verse acorralado por las tropas aliadas. Ahora son solo unos jardines, se dice que como no pudieron destruir el bunquer lo llenaron de cemento, y que no está señalizado para que no se convierta en un punto de encuentro neonazi.

Fuimos a la parte Este de Berlín, donde los edificios son mas simples. Hay una gran estación de trenes y un rio que alrededor está lleno de bares con una ambientación tipo playa.

En este lugar esta East Side Gallery, el trozo de Muro de Berlín más largo que queda aún pie. Esta parte del muro se convirtió en los últimos años en una especie de galería de arte en la que reconocidos artistas dejan su huella y pintan partes del muro.

DIA 3: Si bien Berlin es muy cultural y tiene mucha historia para contar no termina de conquistarnos del todo. Según el alcalde “Berlin es fea pero sexy”. No compartimos esta opinión porque no nos pareció ni  fea ni sexy…Vaya uno a saber que quiso decir. Obviamente todos los hechos post guerra son muy interesantes y bastante escalofriantes, y ver partes del muro es impactante pero esperábamos algo más. No sé qué exactamente pero como dije no nos terminó de atrapar como otros lugares, o tal vez necesitabamos que ademas de una historia triste  nos diera algo de felicidad.

Sin embargo, Potsdam nos encantó y fue un día hermoso. Cata y Hernan nos recomendaron muchísimo ir y tenían razón.  Se encuentra a una hora en tren desde Berlín y vale completamente la pena ir.

Al llegar nos vimos trasladados a una película épica. Fue residencia en su momento de la realeza alemana con gran cantidad de palacios, villas y edificios de diferentes estilos arquitectónicos y además escenario de la guerra fría con el llamado puente de los espías.

Es como un muestrario de estilos arquitectónicos de los siglos XVII, XVIII y XIX, en los que la Dinastía Hohenzollern reinó los territorios prusianos de los que Potsdam formaba parte. Además hay un barrio Holandés y una colonia Rusa.

Lo recorrimos todo en bicicleta (11 euros por dia) y lo disfrutamos muchísimo! Si es bastante agotador y al final del dia te queda el trasero a la miseria pero nada que el paso de los días y un buen IBUPIRAC (mi paso por marketing en la industria farmacéutica me obliga a hacer promoción) no te puedan curar.

Algo muy importante es llevar agua y en lo posible también comida. Hay zonas en las que por un largo tramo no hay negocios donde comprar, y cuando los encontras los precios son bastante altos. Nosotros nos comimos unas ricas salchichas, típicas de este lugar, aunque no comprendemos porque el pan no acompaña la forma de la salchicha, jaja.

Lamentamos no llevar trajes de baño porque hacía mucho calor y la ciudad esta atravesada por el Río Havely en el cual se puede nadar. Todos tiran las bicis por ahí y se refrescan un rato. Nosotros metimos los pies al menos. Después de un día entero en Potsdam regresamos en el tren de las 19:00 horas hacia Berlín.

Aprendimos mucho de Historia en Berlín. Pasaron muchas cosas terribles. Dicen que la mejor manera de evitar que se repita la historia es no olvidándola y no solo en Berlín si no toda Alemania es algo que tienen muy claro.

A la noche salimos a cenar con Cata y Hernan y otra pareja amiga muy buena onda también. La verdad la pasamos súper! Fue lindo estar entre Argentinos y tener la oportunidad de compartir tiempo con ellos. Son unos genios y estamos muy agradecidos de que nos invitaran a quedarnos en su casa.

DATOS ÚTILES

Las tarifas que compartimos son aproximadas y un promedio general según los precios que averiguamos en el 2014. También hay que tener en cuenta que siempre tratamos de buscar el precio mas económico con la mejor calidad posible para poder ahorrar y así segur viajando :D.

Hostels: Los hostels salen alrededor de 20 euros por persona. Nosotros nos hospedamos con amigos.

Moneda: Euro, €.

Comida: Los precios son como en Argentina en el supermercado. .

Agua: Es potable.

Baños Públicos: Hay y no te cobran. Se pueden usar los baños de los bares también sin problemas.

Transporte: El metro es muy comodo. Horario: 4:30 a 00:30 hs. Frecuencia: 3 y 5 minutos. Los viernes, sábados, domingos y festivos la mayor parte de las líneas funcionan prácticamente durante toda la noche. Cuesta  2,30€ en la zona mas céntrica. También es muy bueno recorrerlo en bicicleta especialmente Potsdam.

Tipo de enchufe: Europeo

Atracciones: Todos los museos son pagos. La más recomendable es el pase de museo de 3 días  que incluye la mayoría de museos de Berlín por unos 20€.

Mejor zona para hospedarse: Centro de la ciudad.

Clima: El invierno puede llegar a temperaturas muy bajas, con mucha nieve y días muy cortos. El verano es caluroso pero es una buena época para recorrerlo. Ideal es primavera como cuando fuimos nosotros, fue un clima muy agradable y con días de sol.