Tras una carrera ininterrumpida desde que tenía tan solo 17 años (1994), tras más de mil conciertos por todo el mundo (desde Lekunberri hasta Nueva Zelanda, de Nueva York a Sao Paulo, de Managua a Madrid, de Nantes a Pekín…); después de horas y horas de furgoneta y avión, muchísimo trabajo y una dedicación plena, quiero comunicaros que ha llegado la hora de cerrar una etapa crucial de mi vida con BERRI TXARRAK. Necesito parar y tomar distancia: así de simple y complicado. Cada día me cuesta más hacer frente al desgaste emocional y físico que suponen más de dos décadas de actividad frenética sin pausa alguna. Ahora mismo nuestros fuerzas no caminan a la par, lo que hace imposible que podamos seguir al 100% como siempre fue norma en esta banda. Hacerlo a medias es algo que el público de BTX jamás entendería y, por dura que sea esta decisión, el respeto hacia quienes nos han puesto en el lugar que ocupamos ha sido algo innegociable desde el minuto uno.
Existen mil formas de entender el mundo de la música y la creatividad, casi tantas como músicos. Sin embargo, llega un momento en el que uno tiene que cuestionarlo casi todo. Ese momento en el que hay que decidir qué relación quieres mantener con la inercia que siempre está al acecho. Cerrar épocas para emprender nuevos ciclos. En una palabra, seguir aprendiendo.
Así pues, la extensa gira que proyectamos para 2019 -con la que celebraremos 25 años de andadura (¡Un cuarto de siglo!)- será la última antes de un parón indefinido. En unos días anunciaremos los conciertos de este Ikusi Arte Tour 2019, así como la información sobre la venta de entradas, etc.
Hicimos un montón de cosas y las hicimos a nuestra manera, con eso me quedo; nadie podrá decir que no le pusimos todo el cariño. Tiempo habrá de recapacitar sobre todo lo que hemos vivido y hemos hecho vivir a través de la música. De momento lo único que queremos es evitar la nostalgia y el drama, brindar por este viaje alucinante y disfrutar junto a todos vosotros y vosotras de los conciertos que quedan. Que nadie dude que nos dejaremos la piel.
Tuvimos la suerte de mover muchos corazones, somos conscientes y estamos eternamente agradecidos por ello. Un público así es lo mejor que le puede ocurrir a una banda, así que GRACIAS. Gracias así mismo a nuestro entorno más cercano –familia, amigos/as, parejas…- por ponérnoslo todo más fácil sin pedir nada a cambio. Gracias también a nuestro BTX crew durante todos estos años en la carretera, siempre fuisteis nuestra segunda familia; gracias a promotoras, sellos, productores/as, colectivos, gaztetxes, tiendas de discos, salas, festivales, prensa, técnicos, músicos, medios, amigos, enemigos y demás seres necesarios en esta fauna salvaje que es el rock. Sin vosotros/as esto simplemente no habría sido posible.
Nosotros nos hacemos a un lado, la música sigue: hay un montón de buenas bandas ahí fuera, nos veréis entre el público de sus conciertos. Mientras tanto, seguiré buscando nuevas formas de expresarme y alimentar ese mínimo exigible que es la pasión; la pasión por hacer canciones y compartirlas con la gente. Seguro llegarán nuevas ideas, cuándo y cómo nadie lo sabe.
Berri Txarrak lega 9 álbumes de estudio, un documental y un recopilatorio. Más de 100 canciones que seguirán vivas cada vez que alguien las escuche o cante, que al fin y al cabo es de lo que se trata.
Nos vamos, pero en nosotros permanecerá para siempre esa máxima que aplicamos en cada acorde y que nadie nos podrá arrebatar jamás: JAIO.MUSIKA.HIL (Nacer.Música.Morir). Podéis estar seguros/as de ello. Un abrazo sincero.
Gorka Urbizu – BERRI TXARRAK
Lekunberri (Navarra), diciembre de 2018