Berri Txarrak en el Biribay Jazz Club de Logroño

Publicado el 28 enero 2011 por Sextohombredigital
Con las entradas agotadas prácticamente una semana antes del concierto, los Berri Txarrak se presentaban en Logroño por primera vez arrastrados por una de las giras más aplaudidas de los últimos tiempos, Payola Tour. Con el permiso de Delorean, We Are Standard y Kepa Junkera, los navarros son sin duda el grupo vasco que más triunfa actualmente tanto en España como a nivel internacional, y es que el hecho de que canten en euskera no es ningún obstáculo para que tanto público como prensa especializada aplaudan la original y arriesgada propuesta de los de Lekunberri. Ni los propios miembros del grupo esperaban encontrarse con un recibimiento tan caluroso en la capital de La Rioja, pero en el Biribay Jazz Club no cabía un alfiler, y acercarse a las primeras filas resultaba un ejercicio de audacia extrema.
Vayamos por partes; los Berri Txarrak hacen un estilo de música que se aleja bastante del tipo de música que habitualmente escucho, pero como mi hermano debe ser el mayor fan del grupo y llevaba tantísimo tiempo hablándome de sus brutales directos, cuando me enteré de que tocaban aquí al lado pensé que era el momento de darles por fin una oportunidad. Difícilmente catalogables, los Berri Txarrak son una banda con tres únicos miembros; guitarra eléctrica, bajo y batería. Eso sí, que nadie se engañe, con sólo tres instrumentos consiguen hacer temblar la tierra, y es que la distorsión, el volumen y la potencia de sus brutales riffs los convierten en la banda que consigue hacer más ruido (en el mejor sentido de la palabra) con menos efectivos que un servidor jamás haya visto en directo.
Durante algo más de una hora y media, Gorka Urbizu (líder de la banda y único miembro fundador que continúa en el proyecto) y los suyos llevaron al delirio a un público que saltó, sudó, se empujó y coreó cada una de las canciones a viva voz. El set list estuvo basado principalmente en sus dos últimos trabajos, Jaio.Musika.Hil (2005) y Payola (2009), alcanzando los momentos más explosivos con canciones que hoy en día ya son auténticos himnos para sus fans como Denak ez du balio, Oreka, Iparragaldu; hegora joan o las más recientes Maravillas, Folklore o Payola, además de una increíble versión de Spiders de System of a Down. Con su rock duro, salvaje y distorsionado (impresionante cómo sonaba la guitarra y cómo rugía el bajo, parecía el motor de un coche), los Berri Txarrak demostraron el por qué de su éxito internacional que les ha llevado a telonear a los Rise Against, colaborar con The Rentals y establecer una relación de admiración mutua con grupos como Weezer.
En definitiva, un auténtico conciertazo. Al llegar temí sentirme fuera de lugar, pero bastaron un par de canciones para dejarme llevar por el contundente sonido de los navarros y acabé saltando, sudando e incluso cantando como el que más. Como ya he dicho, uno de los conciertos más espectaculares que haya tenido la suerte de disfrutar en los últimos tiempos.