Berta Mir detective: El caso del falso accidente, de Jordi Sierra i Fabra - Crítica - Novedad

Publicado el 11 diciembre 2010 por Eltiramilla

Serie: próximos títulos sin concretar
Rama: misterio, aventuras, acción
Edición: Siruela, 2010
Valoración: 4 sobre 5

A Berta Mir le han jorobado la vida a base de bien. Acaba de cumplir los dieciocho y el mundo se le ha echado encima, porque su padre ha sufrido un “accidente” y el pronóstico es grave, demasiado: va a quedarse paralítico, y pensar y comunicarse moviendo los dedos será lo único que podrá hacer por sí mismo. Berta, una chica que nunca fue niña, madura hasta rabiar, rebelde también, con un carácter de aúpa y una inteligencia algo superior a la normal, tiene clara una cosa: lo que le ocurrió a su padre no fue lo que cuentan los informes de la policía, se esconde algo turbio detrás, y aunque deba tomarse la ley por su mano durante un tiempo, está dispuesta a llegar hasta el final y descubrir quién ha vuelto su mundo del revés. Después de todo, ahora ella es la cabeza de familia y hay que poner orden.

La joven señorita Mir es una chica I Fabra 100%. Lista, guapa, hábil, sociable, amiga de sus amigos, mujer de mundo, amante feroz de la música, coqueta con los chicos, siempre valiente y temeraria, intuitiva, lógica, una pizca sentimental y consciente de la realidad en la que se mueve con arrojo y gran aplomo. Una protagonista del todo envidiable y posible modelo para muchas de las chicas que beban sus aventuras; yo entre ellas, claro. Sin querer, sus sueños, sus aspiraciones, sus dudas sobre el futuro y sus cosillas del día a día pasan a un segundo plano en cuanto el eje de su vida que es su padre queda fuera de combate de manera tan brutal. El impacto es fuerte, pero reacciona bien y con rapidez; y en lugar de quedarse en la sala de espera del hospital mirando avanzar las manecillas del reloj y suplicando un milagro que tal vez no ocurra, se levanta de un salto, agarra su chaqueta y se lanza a la calle en busca de los malos. Porque los hay, lo sabe, y removerá cielo y tierra hasta encontrarlos y hacer que tomen de su propia medicina. Que los cielos los pillen confesados, porque Berta es mucha Berta, y si ha de hacerse pasar por detective privado y mil personajes más, que nadie dude de que lo hará. Y de forma brillante, además. Con un ritmo rápido, armónico, suave a veces y trepidante otras, Jordi Sierra i Fabra nos trae una vez más una buena historia de misterio, aventuras y acción; ideal para disfrutar en cualquier parte. Te absorbe mientras pasas una página y la otra y la de más allá, y te guía por calles y callejas de la Barcelona de hoy. Todo ello, con la pluma a la que nos tiene acostumbrados: fluida, sencilla, más que correcta y con un inconfundible sabor español. Desde luego, las primeras aventuras de esta nueva detective no son las mejores letras del escritor, porque a estas alturas y con tantísimas obras a sus espaldas resulta inevitable repetir fórmula y caer en los tópicos habituales, tanto en subtramas como en elenco de personajes. Sin embargo, merece la pena, entretiene de sobra, la historia está bien armada y tiene un gran potencial (de hecho, todo apunta a que se tratará de una saga). Además, el que escribe es un Jordi Sierra i Fabra que se siente como pez en el agua con lo que hace.

¿Necesitas ayuda para resolver algún misterio? Acércate a la oficina de la familia Mir y pregunta por Berta. Eso sí, ojo con la abuela, porque a la señora no le hace demasiada gracia que su nieta se mezcle con personajes tan variopintos como poco recomendables.