Autora: Susan Elizabeth Phillips
Editorial original: :Avon / Febrero 1996
ISBN original: 0-380-78233-2
Editorial:Ediciones B,Zeta Bolsillo/Junio 2010
Género: Contemporaneo
ISBN 9788498723687
Hay libros y libros. Libros que te absorben y te meten en sus páginas, libros que te hablan de historias extraordinarias y que te hacen vestir la piel de otras personas totalmente distintas a ti. Hay veces que disfrutas con ellos y que no quieres que se terminen, y otras que te saltas trozos porque tu orgullo no te permite dejarlos a un lado a pesar de que no te enganchen. Y, además, están los libros de SEP.
En un libro de SEP yo sé que me voy a meter en sus páginas, que será una historia extraordinaria y que los personajes me conquistarán por completo. Que disfrutaré y que, por supuesto, no querré que se termine. Y, como no podía ser de otra manera, así me ha ocurrido con Besar a un ángel.
Hasta ahora, la editorial española de SEP nos había acostumbrado a las historias de los Chicago Stars, a la caprichosa Sugar Beth y a la maravillosa vida en la Toscana versus SEP, pues ahora, queridas amigas, debemos darle la bienvenida al "Maravilloso mundo del circo" (según SEP, desde luego). Daisy Devreaux debe elegir entre ir a la cárcel o casarse con el misterioso hombre que su padre ha escogido para ella. Las bodas concertadas son una cosa del pasado... ¿O no? Alex Markov, tan guapo como hosco, no tiene intención de jugar a ser el novio cariñoso de una pequeña cabeza hueca adicta al champán. Dispuesto a domarla a su manera, arrastra a Daisy desde su destacado lugar en la alta sociedad a un pequeño circo itinerante. Pero este hombre sin alma ha tropezado con una mujer que es todo corazón. Antes de que pase mucho tiempo, la pasión los tendrá a su merced y sin red de seguridad...
Besar a un ángel tiene un comienzo atípico, ya en la primera frase te das cuenta de que nos encontramos con una historia que podría no encajar demasiado bien en estos tiempos que corren.
"Daisy Devraux había olvidado el nombre de su novio...".
Hace que nos preguntemos ante que tipo de historia estaremos. ¿Adónde nos quiere llevar SEP en esta ocasión? Seguimos leyendo, vemos como Daisy se casa, nos enteramos un poco por encima de sus motivos, y vemos de refilón a Alex Markov (alias macizo hombre Marlboro). No podremos evitar esbozar una sonrisita tonta con esos pequeños detalles que la autora nos deja saborear ya en las primeras páginas. Pero nuestra sorpresa es tan mayúscula como la de la propia Daisy cuando los vemos llegar a un pequeño circo itinerante. Sí, uno de ésos con tigres, payasos, equilibristas, elefantes y domadores que se desplaza por los pequeños pueblos de América con sus caravanas. Montando y desmontando las carpas en cada uno de ellos.
Poco a poco, con el paso de las páginas, vamos desgranando las inquietudes, temores y anhelos de nuestros protagonistas. SEP nos habla del valor, de las apariencias, del amor y la amistad. Del orgullo y lo peligroso que es dejarse llevar por él. Nos vamos dando cuenta, como siempre que leemos un libro de esta autora, de que no todo es lo que parece. De que Daisy no es la niña pija carente de cerebro que Alex cree que es, y de que Alex no es el hombre malhumorado y sin sentimientos que se empeña en aparentar.
Nos encontraremos con dos protagonistas que se sienten completos al estar juntos, pero que se dan cuenta cada uno a su debido momento, momentos que, por supuesto, no coinciden. Daisy tiene esperanzas desde el principio de cambiar a Alex, y éste no es que no quiera enamorarse, sino que está convencido de que no ha desarrollado la facultad de amar. ¿Por qué? Para saber eso, queridas, os leéis el libro.
Sé que es un spoiler terrible, pero no puedo contenerme. El final, el momento en el que Alex deja claro lo que siente por Daisy -y que no es precisamente cuando le dice lo mucho que la quiere, pues cuando se lo dice, ella... (no :P, esto sí que no lo voy a decir)- es de las escenas más conmovedoras, inteligentes, trabajadas, divertidas y elegantes que yo he leído. Coloca a todos -absolutamente a todos- en su lugar como con un chasquido de dedos...
Magia, potagia... esto es... ¡¡EL CIRCO!!