Besismo

Publicado el 19 noviembre 2011 por Jas


Benetton acaba de lanzar su última campaña "Besos Imposibles" (UNHATE) que, desde el primer día levantaba las ampollas que ya provocaron las anteriores
Tras sumergirnos en el análisis de los diferentes pósteres de esta firma italiana, sorprende la polémica que han suscitado siempre... Nunca pretendieron ser más que la ilustración de un gesto de amor entre seres que, por su diferente orígen, condición o color, las mentes bienpensantes deberíamos entender enfrentados.
Me doy cuenta de que el problema, lo que de verdad debería molestarnos no son las imágenes de Oliviero Toscani, cuya escandalosa naturaleza nace de su potencial para chocar frontalmente con la violenta "normalidad" que salpica nuestras vidas.
Conviene recordar que a pesar de que muchos lo crean, el nacionalismo no es concepto cuya simplicidad se detenga en ser una ideología ligada a un territorio. Decía George Orwell que el nacionalismo es el hábito de suponer que los seres humanos pueden ser clasificados como los insectos, por el que masas enteras de millones de personas pueden ser tranquilamente etiquetadas como "buenas" o "malas"...
El nacionalismo es el ansia de poder combinada con el autoengaño que subyuga al yo dentro del nosotros. Una definición -ésta- que nos permite acabar considerando, como formas de nacionalismo, a la mayoría de los "ismos" que conocemos, situándose inequívocamente el racismo como una de sus expresiones más categóricas.
Lo mejor que se ha escrito nunca sobre el nacionalismo/racismo probablemente sea el monólogo de Shylock, el prestamista judío de la obra "El Mercader de Venecia", de Shakespeare, que también pudimos ver en la película de Ernst Lubitsch, "To be or not to be", y que os invito a recordar...
"¿No tenemos ojos los judíos?¿No tenemos manos?¿Organos?¿Dimensiones?¿Sentidos, afectos, pasiones?¿No comemos lo mismo?¿No nos hieren las mismas armas?
¿No sufrimos las mismas dolencias... y nos curan los mismos remedios? 
¿No sufrimos en invierno y en verano el mismo frío, y el mismo calor que los cristianos?
... Y si nos pinchais... ¿No sangramos?
... Si nos hacéis cosquillas... ¿No reímos?
... Si nos envenenáis... ¿No perecemos?
... Y si nos ofendéis... ¿No vamos a vengarnos?
Si en todo lo demás somos iguales... ¡También en eso lo seremos!
Si un judío ofende a un cristiano... ¿Cuál es su bondad?... ¿La venganza?
Y si un cristiano ofende a un judío... ¿cuál debe ser su tolerancia?... Siguiendo vuestro ejemplo:... la venganza.
La maldad con que me instruís yo la ejecutaré. Y lo haré de tal modo que sin duda superaré a los instructores."