Bestias del sur salvaje (Beasts of the southern Wild). ¿Superación o sentimentalismo?

Publicado el 13 diciembre 2012 por Pabela
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Bestias del sur salvaje (Beasts of the southern Wild). ¿Superación o sentimentalismo?

 Bestias Del Sur Salvaje es la ópera prima del director estadounidense Benh Zeitlin, nos narra la historia de una pequeña, Hushpuppy, quien vive en una isla apartada del mundo en todos sentidos: económica y socialmente, y que tiene que aprender a enfrentar sus miedos, representados por una curiosa metáfora que da nombre a la película. Es así que, huérfana de madre, y con un padre que vive su vida de un modo ciertamente alocado, Hushpuppy debe aprender a sobrevivir por sí sola en un mundo lleno de cosas incomprendibles para ella, pero rodeada de gente que, a pesar de su extravagante forma de ser y a pesar de sus carencias, aprecia su inocencia que se abre paso en medio de la oscuridad.
No quiero parecer insensible. Sobre todo porque siempre he pensado que el cine, al ser un arte, debe transmitir en cada proyección un mensaje (o moraleja, por así decirlo) que transmita al espectador una enseñanza, que le plantée una pregunta que sea debatible con la pareja o con otras personas. Que sea capaz de proyectar el mensaje que el director, al momento de realizar su filme, haya querido transmitir. Pero si algo no me gusta de una película, es que su única intención sea "llegar al corazón" a través de fórmulas tan sencillas como gastadas: un niño al que le pasa todo, pero que sobrevive a través de su inocencia y su fortaleza. Está muy bien que la pequeña sea fuerte, y nadie negará que su actuación es mejor que algunas de las presentaciones que de repente vemos en pantalla, y que la fotografía, la edición y otros elementos cinematográficos sean visualmente impecables, pero... ¿qué idea era la que se deseaba transmitir? ¿La supervivencia del más fuerte? ¿La inocencia ante todo? ¿La fortaleza? ¿La imaginación?
No sé si a ustedes les pasa lo mismo, sobre que los niños son el mejor vehículo para causar "lástima" en la gente, a falta de una palabra mejor. Pero siempre, los pequeñines, por su inocencia, su pureza, son las mejores personas capaces de transmitirnos las emociones más fuertes a los seres humanos. Y el hecho de ver sufrir a un pequeño es quizá la emoción más fuerte de tristeza y desdicha que podamos experimentar. Y Beasts of The Southern Wild juega de esa manera con el espectador. Insisto, la película visualmente es una delicia. Y las historias sentimentales siempre son interesantes, dependiendo de la idea que se desea transmitir y de la manera en la que está contada. Pero en lo personal, la película me hizo sentir triste y no por la situación de la pequeña, sino por que la historia contada pretende ser buena mediante una tragedia infantil, para realmente terminar por no contar con un punto en concreto. Una historia con un principio y un final. Por lo menos, cuando terminó la función mi primer pensamiento fue: ¿Y ahora qué? ¿Qué sigue? ¿Qué quiso contar o que quiso transmitir el director?
La actuación de la pequeña y de su padre son impecables. Y la película tiene una calidad bastante alta que ha demostrado al ser la ganadora del festival de Sundance y ser considerada para mejor película de éste 2012 en otros festivales, pero... ¿realmente vale tanto la pena? Ustedes tendrán la última palabra.
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