La primera temporada de
Better Call Saul llegó a su fin. Diez capítulos que se pasaron rápido y que acabaron dejando a los fans con ganas de más. El universo de Breaking Bad fue tan grande y abarcador que Vince Gilligan sintió quizás la necesidad de mantener el fuego encendido al menos con este spin-off dedicado de lleno a la vida de uno de los personajes más encomiables que tuvo la aclamada serie. Así, junto a Peter Gould, el realizador nos fue mostrando, poco a poco, los pasos que comenzó dando Jimmy McGill (con varios tropezones en el camino) para ir convirtiéndose en ese particular y charlatán abogado que disfrutamos en la obra protagonizada por Bryan Cranston¿Por qué gusta tanto el personaje de Saul Goodman? Ya la primera aparición de Saul en Breaking Bad nos generó un alto grado de simpatía. La espontaneidad, la desfachatez y la seguridad que el defensor demostró para desenvolverse ni bien entró en escena, produjeron un efecto automático que envolvió y conquistó al público. Su chispa, los ejemplos de los que se valió para explicar por y hacia dónde encarar cada caso resultaron siempre ingeniosos y divertidos. Por supuesto, la interpretación de Bob Odenkirk ha sido brillante ((lo mismo en lo que va de la flamante precuela).