Parece que a los muchachos de ABC les gustan las familias disfuncionales. No conformes con “Cougar Town” y “Modern Family” han decidido lanzar otra comedia familiar más, pero esta vez creo que se han olvidado de contratar a los guionistas.
El primer capítulo me hizo reír (no se sorprendan, ultimamente todo me hace reír) con los chistes rosas y las caras exageradas de Jennifer Finnigan (Maddie), la ex detective preocupada de “Close to Home”. El hecho de verla más descontrácturada, con el pelo libre al viento y sonrisas verdaderas me dio una gran satisfacción. Debo confesar que al principio no la reconocí, no fue sino hasta que el tio google me ayudó, que dije: ¡Pero claro, es la rubia de Warner Channel!. Verla interpretando a un personaje más suelto, vestida con algo más que trajecitos monocromáticos y luciendo su lado sexy le aporta un poco de picante a su personaje (que por cierto es tan común como tantas otras treintañeras en pareja, newyorkinas, exitosas y envidiosamente lindas vistas ya en la TV).
Otra de las mujeres exitosas, flaquísimas y un poco irreal es interpretada por Joanna Garcia (Mia), la hermanita menor (y rebelde) de la serie. Subida arriba de unos tacos envidiables para una embarazada y luciendo siempre un pelo brilloso y extrañamente bien peinado, mete en líos a toda la familia para que luego ellos tengan que correr a su rescate. Es una especie de Daniel el travieso pero con mucho más glamour. La pobre sale con un completo perdedor (Casey, interpretado por Jake Lacy), otro cliché televisivo, que se gana la vida desperdiciándola y siempre llega tarde a todos los chistes. Aburrido.
La frutilla del postre la ponen la genial Debra Jo Rupp (Vicky) y el talentoso Kurt Fuller (Joel), los padres de las muchachitas que juntos conforman una clásica pareja entrada en años, que se basa en la ironía para su supervivencia. Los mejores remates (al menos mis favoritos) son los de Debra, una mamá juvenil con toques de abuelita ochentosa. Si algo me gustó de esta serie es que puedo verla con mi madre o mi suegra sin que terminen sonrojadas o preguntándose “¿Qué clase de porquería postmoderna ve esta muchacha?” Humorrosa, calmo, los gritos no son demasiados y hasta donde yo recuerdo los insultos son completamente excasos.
Che ¿Y los galanes? Bueno, uno de ellos es Jack Lacy y el otro Josh Cooke (Ben). Son bonitos, si, pero no llegan a lucirse como personajes independientes. Personalmente adoro a Josh Cooke, creo que tiene mucho más talento del que la serie le permite mostrar y darle un poco más de protagonismo como personaje inteligente y no tanto como el marido tontolín van a aportarle un puntito más a la historia.
Ni muy muy, ni tan tan. “Better with you” no llega a hacerte enojar por su mediocridad pero tampoco logra alegrarte por su éxito. Esta serie entra en la caterogía de “televisión de viernes por la noche”, es perfecta para ver cuando ya se te acabaron las series buenas y querés olvidarte por un rato de que allá afuera arrancó el fin de semana y vos seguís en pijama. Mirala bajo tu propio riesgo, no vas a morir de aburrimiento pero tampoco vas a pasar el momento más feliz de tu vida. Si te sobran 20 minutos y tenés la risa fácil, esta es la serie para vos.