SINÓPSIS:
Betty Anne Waters es un auténtico ejemplo de estoicismo, solidaridad y entrega. En 2001, su hermano Kenny fue puesto en libertad tras haber pasado 18 años en la cárcel de Walpole por un asesinato que no había cometido. Por aquel entonces, Betty Anne, que trabajaba como camarera en un bar, era una mujer de 28 años divorciada y con dos hijos. Cuando su hermano fue condenado a cadena perpetua, absolutamente convencida de su inocencia, se puso a estudiar derecho, terminó la carrera en un tiempo récord y se convirtió en su representante legal. Tras muchas dificultades, logró que lo exculparan gracias a un análisis de ADN que demostró que él no había sido la persona que en 1983 había asestado treinta puñaladas a Katharina Brow.
Pese a ello, se trata de una película bastante buena, con sólidos argumentos para su visionado (huelga decir que a mi me ha gustado bastante), que merecía mejor suerte en la cartelera (que pasó sin pena ni gloria), y que las interpretaciones y la fuerza de su increible historia, hacen que sea una película a tener en cuenta.
- TÍTULO ORIGINAL:Conviction
- DIRECTOR: Tony Goldwyn
- GUIÓN: Pamela Gray
- REPARTO: Hilary Swank, Sam Rockwell, Juliette Lewis, Ari Graynor, Minnie Driver, Clea DuVall, Melissa Leo, Peter Gallagher, Bailee Madison, Loren Dean, John Pyper-Ferguson, Karen Young, Marc Macaulay.
- MÚSICA: Paul Cantelon
- FOTOGRAFÍA: Adriano Goldman
- PAÍS: Estados Unidos
- AÑO: 2010, (2011 en España)