El texto, junto a otros objetos, fue decomisado en 2000 a unos contrabandistas en la sureña provincia de Antalya y quedó (desconocido y olvidado) en el almacén del máximo tribunal turco.
Escrita en arameo, el idioma original de Jesucristo, y en páginas de cuero, el vestigio, según las investigaciones, mantiene rasgos de su época original. Las autoridades aseguran que necesita una restauración y que después será mostrada al público. Ahora permanece en el Museo Etnográfico de Ankara.
Algunos medios turcos aseguran que podría tratarse de una copia del controvertido evangelio de Barrabás. Un libro que contradice los cánones del Nuevo Testamento y que mantiene una visión de Jesucristo similar a la del Islam concede a Jesús el papel de otro profeta de Alá, un Dios único.
Según las mismas fuentes, el Vaticano habría pedido a Turquía examinar la biblia, aunque su propia embajada en Ankara lo niega.