El peligro, explican desde Biblion Ibérica, es la falta de prevención y de control, y ahora, desde la llegada del covid, y con el cambio climático, su proliferación y reproducción en nuevos entornos
Varias localidades españolas detectan la presencia de estos roedores en lugares públicos.
Plagas de ratas: un nuevo fenómeno derivado de la pandemia y el cambio climático
Salmonella, leptospirosis, enfermedad de Well o hantavirus. Estos son algunos de los virus y bacterias de los que los humanos pueden contagiarse a través de la orina y excrementos de ratas y ratones. Se trata de patologías que pueden derivar en problemas graves de salud, si no se detectan y tratan a tiempo o si se dan en personas inmunodeprimidas o de avanzada edad.
El contacto directo con estos roedores y su presencia cercana, a través de la contaminación de superficies, del aire y de los alimentos, mantiene vivo también el riesgo de contraer una enfermedad que ya se pensaba desparecida: la peste bubónica.
Pero no, no hay que alarmarse, esta enfermedad que mató millones de personas en el siglo XIV y la mayoría de las arribas citadas se cura hoy con los mismos antibióticos que se emplean para tratar infecciones comunes como la faringitis o la amigdalitis.
El riesgo de las plagas de roedores va más allá del contacto directo de un granjero con uno de estos animales o de encontrarse con un ejemplar de rata negra saliendo de una alcantarilla en el centro de una gran urbe. El peligro, explican desde Biblion Ibérica, es la falta de prevención y de control, y ahora, desde la llegada del covid, y con el cambio climático, su proliferación y reproducción en nuevos entornos.
En los últimos meses vienen sorprendiendo noticias de plagas en ambientes habitados y que cuentan con las medidas de higiene necesarias para mantener ratas y ratones a raya. En Leganés hace ya varios meses que los vecinos vienen advirtiendo de una presencia anormal de estos animales, con el consiguiente riesgo de insalubridad en zonas como parques y jardines, donde hay una presencia constante de niños.
Noticias similares llegan de San Vicente del Raspeig, en Alicante o de Valladolid, pero también desde Nueva York o Glasgow. La pandemia tiene mucho que ver, admiten los expertos en plagas de Biblion. El motivo no es sólo el abandono total de las ciudades durante distintas fases de confinamiento severo, con el consiguiente incremento de la suciedad en muchos lugares, como zonas comunes, sobre todo si hay humedad y/o cavidades. También lo es el vacío de locales comerciales, muchos dedicados a la alimentación, donde los roedores se han visto totalmente libres, por primera vez en mucho tiempo, de la presencia humana.
Después, los nuevos hábitos de consumo, como los bares y restaurantes de puertas abiertas, con más proximidad de los residuos hacia las zonas exteriores, han servido de atracción para estos animales.
El cambio climático, con un incremento de las temperaturas ha favorecido también que ratas y ratones se dejen ver mucho más que antes. Las temperaturas cálidas son un factor de abandono temprano de la hibernación y un acicate para que correteen y se reproduzcan por espacios al aire libre.
La globalización ha hecho el resto; más movimiento de personas y mercancías, y, por lo tanto, como se ha comprobado, por desgracia, con el SARS-CoV-2, de bacterias, virus y otros patógenos.
Sobra decir que las medidas de higiene en lugares públicos son de máxima importancia para evitar esta y otras plagas. El comienzo es sencillo y está al alcance de todos: no hay que tirar basura fuera de los contendores, en ningún sitio. Pero, además de la medida más básica de prevención, es necesario echar mano de sistemas de erradicación.
Los sistemas empleados para eliminar a estos peligrosos inquilinos son de diversa naturaleza, explican los técnicos de Biblion. En la desratización se trabaja con trampas de captura que atraen al roedor gracias a un pegamento de atractivo alimentario, con rodenticidas (pesticidas con porta cebos de seguridad) y mediante nuevos métodos ecológicos, como es el caso de trampas de captura que no matan al animal y que no llevan veneno.
Los excrementos también se usan, pero no de la manera tradicional. Antes las cacas de ratón informaban de su presencia cercana, ahora lo hacen también, pero brillando mediante un sistema de luminiscencia y gracias a un alimento placebo que se les suministra y que cuando es excretado permite su localización gracias a una luz ultravioleta.
Para las alcantarillas se han probado con éxito y ya están funcionando, por ejemplo en el alcantarillado del pueblo madrileño de Becerril de la Sierra, las trampas inteligentes, conocidas como Rat Trap, que exterminan la rata de inmediato y la evacúan con las aguas residuales. La trampa se vacía sola y permite un control remoto de la actividad.
Métodos, en definitiva, más modernos y sostenibles, a los que en este 2022 se está acudiendo con más asiduidad y más temprano.
Biblion Ibérica es una empresa española dedicada al control de plagas y a la conservación del patrimonio.
Fuente Comunicae