La primera impresión ya la escribí en caliente, pero llegado a casa volveré a escucharlas por mi admirado Karl Richter (tampoco está mal Ton Koopman) para quitar el "mal sabor de oreja".
De Bis el Adagio en DoM del BWV564, que aunque empezado lo dejo grabado como testimonio de lo escuchado, y conste que no fue de lo peor...