Bienvenido a mi nueva casa

Por Y, Además, Mamá @yademasmama

Bienvenidos a mi nueva casa. Un blog de mi propiedad, con dominio propio y más corto y sencillo imposible. Ahora soy yademasmama.com, sí, .com y sin las tres uves dobles, imposible que sea más fácil y rápido. Me he mudado en un visto y no visto y he vuelto con las pilas cargadas y ganas de contar muchas cosas.

El blog, como se ve, sigue con una estética parecida. Han cambiado los colores de la plantilla, más suaves, y ganan protagonismo las fotos, un cambio que tenía muchas ganas de hacer. Continúa mi cabecera, la imagen en la que mi hijo y yo miramos al océano Atlántico en nuestras últimas vacaciones en Lanzarote, hace un año. Mira que soy de interior, pero cómo me gusta ver el mar.

Seguramente siga lavando la cara del blog poco a poco a partir de ahora. Y puesto que el cambio ha sido tan rápido, puede que encuentres cosas desordenadas, cambiadas de sitio o un poco raras. La mudanza está terminada, pero aún hay que terminar de decorar la casa.

Por si no te acuerdas, el antes y el después:

Si sigues el blog por email, seguirás recibiendo las nuevas entradas en tu correo electrónico, como hasta ahora (espero). En caso contrario, algo ha salido mal, pero se solucionará. Si sigues el blog en un lector como feedly o wordpress reader, actualiza la dirección, por favor, y todo será como siempre.

Y aprovechando que me he metido en mi papel de anfitriona, voy a atreverme pedirte un favor. Si tienes un blog en el que me mencionas (gracias de nuevo), me harías un enorme favor corrigiendo la dirección. Voy a tener todo redireccionado durante un año, pero estas cosas es mejor solucionarlas cuanto antes.

Espero que en las próximas semanas el blog mejore más, ya que el lunes que viene empiezo un curso profesional sobre esta temática que va a darme muchas más herramientas y recursos para hacerlo todo mejor. Ojalá se note el cambio. De momento, y si alguien quiere opinar sobre todo esto, darme ánimos, quejarse por el lío o sugerir algo, soy todo oídos.

Ya sólo me queda pedir que me sigas acompañando en el cambio. Y agradecerte que estés ahí, por supuesto. Muchas gracias. Gracias por venirte al otro lado conmigo.