Pero la experiencia me indicaba, que había que mantener la calma y esperar a que nuestro ánimo, se adaptase poco a poco, a la nueva ubicación, para poder apreciar la verdadera esencia de esta ciudad africana. Desde el primer contacto con el personal que atendía la recepción, entendí que en Cabo Verde, vaya a la isla que vayas, hay una palabra mágica que te hará olvidar las dificultades, haciéndote que te sientas bien. Esta palabra es, morabeza, que significa hospitalidad. Y los caboverdianos, que son amantes de la vida, hacen de ella su bandera. Casi siempre, el mejor paisaje, es el de la propia gente que habita el lugar, algo que yo suelo definir como “paisanaje”. Así, que animado por estos estímulos de hospitalidad, dejo mi mochila de viaje, en la moderna y confortable habitación, del hotel en reforma y salgo dispuesto a conocer los más interesantes rincones de esta populosa ciudad de Praia.
Pero la experiencia me indicaba, que había que mantener la calma y esperar a que nuestro ánimo, se adaptase poco a poco, a la nueva ubicación, para poder apreciar la verdadera esencia de esta ciudad africana. Desde el primer contacto con el personal que atendía la recepción, entendí que en Cabo Verde, vaya a la isla que vayas, hay una palabra mágica que te hará olvidar las dificultades, haciéndote que te sientas bien. Esta palabra es, morabeza, que significa hospitalidad. Y los caboverdianos, que son amantes de la vida, hacen de ella su bandera. Casi siempre, el mejor paisaje, es el de la propia gente que habita el lugar, algo que yo suelo definir como “paisanaje”. Así, que animado por estos estímulos de hospitalidad, dejo mi mochila de viaje, en la moderna y confortable habitación, del hotel en reforma y salgo dispuesto a conocer los más interesantes rincones de esta populosa ciudad de Praia.