- Este es un artículo de autor invitado: twago
Tecnología y sociedad evolucionan y las redes sociales se adaptan. No es un secreto, los humanos somos seres visuales y esto es algo que las empresas deberían aprovechar, especialmente ahora que disponen de los medios para hacerlo.
¿Una revolución visual?
En poco tiempo, apenas unos años, hemos visto emerger toda una nueva generación tecnológica, una nueva era comunicativa en la que las redes sociales son las 'reinas del mambo' y el canal principal con el que nos comunicamos.
Entraron en nuestras vidas de manera repentina y hoy ya son una parte integral de nuestra vida social y marcan nuestra manera de relacionarnos con la gente, tanto en el terreno personal como en el profesional.
Pero si nos pensábamos que las cosas ya habían cambiado suficiente y que ahora iban a estabilizarse… ¡estábamos equivocados! Esto ha sido sólo el principio, pues por si todavía no os habíais dado cuenta estamos viviendo una revolución, y no una revolución de países – aunque Facebook con sus más de 800 millones de usuarios constituiría el tercer país más grande del mundo – sino una revolución visual.
A muchos os puede parecer una afirmación algo exagerada pero tan sólo tenemos que mirar a nuestro alrededor (o a nuestra pantalla en este caso) para ver que no sólo están apareciendo nuevas redes sociales o aplicaciones basadas en sistemas totalmente visuales, sino que también las redes más establecidas y conocidas se están adaptando a esta tendencia. Pinterest, basado en “repinear” imágenes, es la red social con mayor crecimiento en la red, Facebook ha introducido el Timeline, Instagram ha sido comprado por Facebook por un millón de dólares, Youtube es el segundo motor de búsqueda por detrás de Google y ya incluso Twitter permite personalizar la visualización de los perfiles. En definitiva… imágenes, imágenes, videos y más imágenes.
Pero, ¿por qué este cambio?
Partamos del punto de que la gente pasa más tiempo ahora navegando por Internet que viendo la televisión y en internet es más fácil personalizar aquello que vemos y luego compartirlo con nuestra red de contactos. Tampoco es ningún secreto que, con el aumento de Smartphone per cápita y las millones de aplicaciones diseñadas por empresas o profesionales freelance que se pueden descargar, el volumen de intercambio de imágenes ha crecido de manera espectacular.
Por si esto no fuera poco, ser visuales es una condición humana y numerosos estudios demuestran que recordamos más fácilmente aquello que vemos que aquello que nos dicen. Siempre se ha dicho, vale más una imagen que mil palabras y… ¡va a resultar ser cierto! podemos escanear una foto y obtener información muchísimo más rápido de lo que tardamos en leer un texto y entenderlo.
Ante estos factores, no es de extrañar que las diferentes redes sociales y plataformas empiecen a intentar sacar provecho. Pensemos: en un principio, lo que toda empresa/marca con presencia online quiere es más interacción en su página por parte de los usuarios (comentarios, sugerencias, redes sociales,…). Si miramos la actividad en páginas web veremos que la participación de los usuarios parece ser más alta cuando el elemento a comentar es una fotografía o imagen. Por ejemplo, las infografías son cada vez más populares pues constituyen un medio sencillo y ameno de transmitir información que, de otra manera, sería aburridísima de leer. También los memes tipo “What people think I do” o las fotos de productos son un claro ejemplo. Con respecto a esto último, grandes marcas americanas ya animan a los consumidores a que suban fotos a su página de ellos mismos utilizando el producto en cuestión junto con comentarios y sugerencias. Es una estrategia inteligente porque no sólo están proporcionándoles a los consumidores imágenes de sus productos indirectamente sino también excelente contenido visual que puede compartirse e incluso convertirse en viral.
Invertir tiempo y recursos, ¿vale la pena?
Ser visual parece ser, por lo tanto, una buena manera de aumentar la interacción del usuario con nuestra marca y grabarla en su memoria. Las empresas deberían considerar que compartir fotos es un instinto humano y eso es lo que precisamente aumentará la fidelidad hacia sus marcas. Por lo tanto ¿nos va a servir de algo invertir tiempo y recursos en participar en plataformas online de manera más visual? La respuesta es sí. El uso de plataformas sociales enfocadas en imágenes o elementos visuales, es el próximo paso en el marketing social y dará, como resultado de incrementar las interacciones, una mayor visibilidad y por lo tanto una mayor y mejor percepción de nuestra marca y empresa.
Así que todos deberíamos pararnos a pensar si nuestro negocio está preparado para entrar de lleno en esta nueva era. ¿Tenemos una foto de portada de Facebook lo suficientemente interesante como para atraer a nuevos visitantes? ¿Entendemos y hemos descubierto como utilizar Pinterest para conseguir más tráfico? ¿Tenemos canal en Youtube? ¿Nos hemos planteado qué repercusiones puede tener para nuestra estrategia el que Facebook haya comprado Instagram? ¿Y nuestro perfil de twitter… refleja la esencia de nuestra marca?
Mil y una preguntas que debemos considerar con cuidado porque ¿de verdad queremos dejar pasar la oportunidad de interaccionar más con nuestros consumidores? Subámonos al tren de las imágenes y ¡buen viaje!