En inglés, el diccionario
Oxford define la palabra
patch com
o "a small plot or piece of land, especially one that produces or is used for growing specific vegetation" o "a small area or amount of something" (un trocico de tierra donde crecen plantas y otras cosas, básicamente). Desde pequeño, llevo visitando uno de los muchos secarrales que hay en la provincia de Albacete, el de mi pueblo, en La Mancha de Montearagón, pero hasta ahora no me había decidido a hacer, por simple y pura diversión y entretenimiento, una suerte de patch league personal: una lista de todas las especies de seres vivos que veo en el lugar durante un año. Cuando digo seres vivos, por supuesto, hablo de plantas y animales, pero no me olvido de los hongos, líquenes, seres humanos y alienígenas que visitan la zona. También cuentan los rastros (huellas, plumas, deposiciones...) y los cantos. Mi patch de Chinchilla incluye parte de la Sierra y el propio pueblo. En el Patch League donde participan África y Jess (lo admito, me estoy copiando by the face, pero al menos lo digo, no como otros), el tamaño máximo del patch es 0.4km², pero yo, que soy un bestia, tengo uno de 6.96km² (695.53 ha). Es que ando mucho, y la verdad, una densa mierdireforestación de pinos no da para mucho, necesito incluir más y más ecosistemas.
Mirad qué bonico se pone mi patch en primavera, pero no os confundáis con La Comarca...
Hasta le he puesto un marco a la foto y tó.
A pesar de lo pisoteada que está la Sierra, de la cantidad de gente de la capital que viene cada fin de semana a caminar, de la gente sin escrúpulos que la destroza y de la aparente poca variedad botánica que hay y de los ciclistas que se meten por cualquier sitio (dios, cómo los odio), aquí es donde desarrollo mi actividad naturalista más
'light'. He dividido este
patch en dos zonas: el municipio y la Sierra. En Chinchilla, sobre todo en el casco histórico, donde abundan muros antiguos y tejados medio derruidos, es fácil localizar en
primavera y verano nidos de vencejo común
(Apus apus), golondrina común
(Hirundo rustica), avión común
(Delichon urbicum), collalba negra
(Oenanthe leucura), colirrojo tizón
(Phoenicurus ochruros), estornino negro
(Sturnus unicolor). En invierno, los tejados se cubren de puntos negros: llegan los estorninos pintos
(Sturnus vulgaris) de Centroeuropa. Durante las migraciones prenupcial y postnupcial, es fácil ver rapaces de diversas especies. Con cuidado, alguna vez (sobre todo de pequeño, que era más explorador) he conseguido ver ratones caseros
(Mus musculus). Es fácil ver lagartijas en el entorno del pueblo, y las salamanquesas
(Tarentola mauritanica) curiosean por los muros en busca de polillas y mosquitos. El otro día, Jess y yo vimos, a plena luz del día, una salamanquesa que capturó un moscardón azabache, y la descubrimos por el '¡crack!' que hizo el exoesqueleto del díptero al ser capturado por el gecónido. Y hablando de insectos, también los lepidópteros son un grupo diverso y abundante incluso en las calles y jardines del pueblo.
Ropalóceros chulos que se ven por Chinchilla. De arriba a abajo y de izquierda a derecha:
1. Iphiclides podalirius, la "chupaleche", no es raro verla por los herbazales que rodean el castillo;
2. la migratoria Vanessa cardui de la imagen liba flores de Sedum album subsp. micranthum en mi tejado;
3. Argynnis pandora fotografiada por Jess a principios de Julio, sobre el invasor Ailanthus altissima;
4. Lasiommata megera libando flores de Buddleja davidii.
Cada vez que utilizamos insecticidas y otros -idas, especies tan interesantes y bonitas como éstas
ven disminuidas sus poblaciones.
La flora urbana que atesora la muy noble, leal y fidelísima ciudad de Chinchilla de Montearagón tampoco se queda atrás. Algunas hierbas montaraces provenientes de la sierra, como
Sarcocapnos enneaphylla (zapaticos de la Virgen),
Chaenorhinum origanifolium, la medicinal
Jasonia glutinosa (té de roca) o incluso un
Eryngium campestre (cardo corredor) que crece en una grieta de mi calle, son verdaderos ejemplos de adaptación al bullicio pueblerino. En rincones húmedos y grietas, prosperan
Ailanthus altissima (árbol del cielo),
Ficus carica (higuera),
Urtica urens (ortiga),
Fumaria officinalis,
Capsella bursa-pastoris (bolsa de pastor),
Melilotus albus (meliloto blanco)
, Polycarpon tetraphyllum, Lamium amplexicaule y demás "malas hierbas"
... Como veis, muchas de esas plantas 'urbanas' no son más que hierbas, arbustos y árboles que normalmente medran en bordes de caminos, descampados y demás zonas ruderales, alteradas profundamente por el ser humano. La crasulácea
Sedum album (uva de gato) invade los tejados del casco antiguo, creando pequeños bosques de flores rosadas en verano, a los que acuden con alegría mariposas y abejas.
Plantas rupícolas observables en el entorno de la ciudad de Chinchilla, de izq. a der.:
Chaenorhinum origanifolium, Sarcocapnos enneaphylla subsp. saetabensis, inflorescencia de Sedum sediforme.
En lo que se refiere a flora de la alterada Sierra de Chinchilla, la "
Sierra Procomunal", biogeográficamente se encuentra en la Región Mediterránea > Provincia Mediterráneo-Ibérica-Central > Subprovincia Castellana > Sector Manchego >
Subsector Manchego xucrense, donde la vegetación potencial se compone de carrascales del
Quercetum rotundifoliae, espartales del
Stipetum tenacissimae y tomillares y otras formaciones que incluyen diversas especies xerófilas
(Rosmarinus officinalis, Rhamnus lycioides, R. alaternus, Quercus coccifera, Brachypodium retusum, diversas especies de caméfitos de labiadas como
Teucrium pseudochamaepitys, T. capitatum, T. gnaphalodes, Lavandula angustifolia, Salvia lavandulifolia...). Como he dicho, la vegetación
potencial son encinares, pero la actividad humana a lo largo de los siglos, las guerras (yo creo que sobre todo en la Reconquista) y la necesidad de pastos y campos de cultivo ha hecho mermar estos bosques, quedando sólo algunos pies de encina testigos de aquellos bosques del típico monte mediterráneo. Hay densas repoblaciones de pino carrasco
(Pinus halepensis) en diversos puntos de la zona.
De arriba a abajo y de izquierda a derecha:1. Romero macho (Cistus clusii). La familia de las cistáceas tiene buena representación en la Sierra, con especies del género Fumaria, Helianthemum... En la zona aparecen, asimismo, algunos ejemplares de Cistus albidus.2. La orquídea Ophrys fusca es también abundante en toda la Sierra. En Invierno es fácil ver las rosetas de hojas por el monte, incluso en umbrías.
3. La endémica Fritillaria lusitanica es una bulbosa que aparece en laderas soleadas, muy escasa.
4. Estróbilo o piña en cristiano de pino piñonero (Pinus pinea).5. Flores de peral (Pyrus communis) de un solitario ejemplar cerca de La Casa del Agua, en un páramo alejado. El peral resiste temperaturas extremas en el reposo invernal, algo que le viene de perlas, porque en la zona se han registrado temperaturas inferiores a -20 ºC en las oscuras noches invernales.
6. El cardo que yo llamo "cardo azul" o Echinops ritro, adorna los secarrales con sus esféricos capítulos florales a finales de verano.
7. Ejemplar amarillo de la escrofulariácea gallocresta (Bellardia trixago = Bartsia trixago).
8. Té de roca (Jasonia glutinosa = Chiliadenus glutinosus), utilizado localmente para malestares estomacales.
En otoño, cuando llegan las lluvias y el aire se enfría, las hifas subterráneas de diversas especies de hongos generan cuerpos fructíferos que atraen a buscadores de setas, y los líquenes, endurecidos por el sol y las altas temperaturas, se ablandan ahora, volviéndose verdes y extendiendo sus talos, como desperezándose.
A la izquierda, Suillus sp., una boletácea muy común en pinares de repoblación.
A la derecha, aspecto humedecido de Cladonia convoluta.
Toda esta flora, no tan diversa como podría serlo si se tomasen las medidas oportunas, aloja sin embargo numerosísimas especies entomológicas que me vuelven loco.
Artrópodos representativos de la Sierra de Chinchilla. De arriba a abajo y de izq. a der.:
1. Otro endemismo ibérico de preciosa librea, una hembra de Steropleurus martorelli.
2. Tenebriónido del género Blaps (B. lusitanica? B. gigas? B. hispanica?).
3. Mosca parásita del género Anthrax. Estas moscas son superparásitos (esta palabra no me la he inventado): parasitan larvas de avispas parásitas que parasitan orugas de la procesionaria del pino.
4. Oedipoda charpentieri es un saltamontes común, junto con otros representantes del mismo género.
5. Escorpión amarillo o alacrán (Buthus occitanus), menos peligroso de lo que la gente se piensa, se guarece en huecos bajo rocas y grietas.
6. Nido lenticular de Uroctea durandi, una araña fácilmente reconocible gracias a los puntos amarillentos que presenta
en cada vértice de su negro abdomen pentagonal.
Yo diría que los insectos más comunes de la zona son las moscas y los ortópteros. Entre mayo y octubre, y sobre todo a finales de verano, las hierbas agostadas acogen infinidad de pequeños saltamontes, que sirven de empujón para el desarrollo de las tres especies de mántidos más fáciles de observar:
A la izquierda, hembra de Iris oratoria, mantis de tamaño pequeño a mediano que se caracteriza por
poseer dos ocelos muy coloridos en sendas alas posteriores. En el centro, una hembra de la cada vez más escasa Mantis religiosa. En la foto de la derecha se observa una ninfa de Empusa pennata.
La región mediterránea se caracteriza por su diversidad de especies, y en la sierra de Chinchilla, la diversión está asegurada si lo que se busca son artrópodos terrestres de cualquier tipo. La fauna vertebrada, menos variada pero todavía abundante, sobre todo en lo que respecta a aves y herpetofauna, sorprende al andarín que osa aventurarse atravesando pinares, caminos, páramos, garrigas y tierras de labor.
Herpetofauna común de la Sierra de Chinchilla: de izq. a der.:
1. Sapillo moteado (Pelodytes punctatus). 2. Sapo corredor (Epidalea calamita).
3. Lagartija colilarga oriental (Psammodromus jeanneae).
4. Esta culebra bastarda o de Montpellier (Malpolon monspessulanus) es conocida en este blog, ya
que fue la que intenté salvar hace unos años (se había quedado atrapada en una enorme tinaja, a los pies del monte),
sin éxito.
Las típicas aves de bosque, como los picos, páridos, agateadores y fringílidos, llenan el aire con sus melodías durante prácticamente todo el año, si bien en verano algunas aves desaparecen, sospecho que en busca de sitios más frescos. Creo, además, que si la variedad de alimento que ofrece el bosque fuera mayor, la ornitofauna sería mucho más diversa. Esta sierra acoge infinidad de paseriformes. Aparecen aláudidos como la totovía
(Lullula arborea), las cogujadas común
(Galerida cristata) y montesina
(G. theklae), fringílidos, etc. En invierno, es posible ver invernantes como el zorzal alirrojo
(Turdus iliacus). El
patch que he delimitado, al ser tan grande, incluye distintos tipos de ecosistemas, que ayudan a que la diversidad faunística aumente.
De arriba a abajo y de izq. a der.:
1. En invierno, las garcillas bueyeras (Bubulcus ibis) acompañan a los rebaños de ovejas manchegas
por los herbazales.
2. Los críalos (Clamator glandarius) parasitan nidos de córvidos y campean por encinares y chaparrales en la zona.
3. El mochuelo (Athene noctua), una especie en recesión, frecuenta olivares y campos de cultivo, anidando en
majanos y casas abandonadas. Sus gritos, como maullidos, se pueden escuchar perfectamente desde los senderos del pinar que cubre el Cerro de San Cristóbal hasta El Morrón, y más allá.
4. Otra ave común, aunque no sólo aquí, sino en toda la provincia de Albacete, es el verdecillo (Serinus serinus).
5. Un pájaro cuyo canto delata su presencia la mayoría de las veces, es el agateador común (Certhia brachydactyla), abundante, que desaparece misteriosamente a mediados del verano en el pinar,
para volver a aparecer a principios de otoño.
6. La collalba negra (Oenanthe leucura), amante de los roquedos de toda la Sierra,
encuentra en las laderas orientadas al Sur sus territorios de cría.
Curiosamente, en las zonas más cercanas al pueblo es donde más mastofauna hay. Los roedores y lagomorfos viven en cualquier hábitat; los conejos
(Oryctolagus cuniculus) viven en majanos y galerías excavadas por ellos, mientras las cabras montesas
(Capra pyrenaica) pastan tranquilamente. La liebre que aparece en esta zona de
Iberia es otro endemismo, la liebre ibérica
(Lepus granatensis). Los carnívoros, como el zorro, no son escasos, y si caminamos prestando atención a los rastros y huellas en cualquier sendero, podemos encontrar excrementos de zorro rojo
(Vulpes vulpes) sobre arbustos y rocas. En el libro
La Sierra de Chinchilla. El centro de adiestramiento CENAD 'Chinchilla' y sus condiciones ambientales, editado por el Ministerio de Defensa (2007), se habla de más mamíferos que todavía no he conseguido ver.
De izq. a der.:
1. Cabra montés (Capra pyrenaica), 2. Conejo (Oryctolagus cuniculus), 3. Ardilla roja (Sciurus vulgaris)
¡Ah! Os llamará la atención lo de "centro de adiestramiento". Sí, la Sierra de Chinchilla también tiene una parte oscura, y es el campo de tiro y maniobras, donde se entrena a soldados para la guerra, para la muerte. Todo comenzó a finales del Franquismo, cuando se expropiaron tierras que luego se consolidaron como un Campo de Maniobras de 14000 ha y que supone asimismo un problema para los habitantes de las localidades cercanas de Higueruela y Hoya Gonzalo. Pero eso es harina de otro costal, y si bien en este blog se defiende
la paz y estamos abiertamente en contra de las maniobras de guerra del Estado, las cosas duras hay que decirlas. A pesar de que ese libro se escribió para demostrar que las maniobras no causan ninguna alteración medioambiental en la zona, los ruidos, los cañonazos, etc. y las fotografías (pinchad
AQUÍ y
AQUÍ) demuestran lo contrario. En el documental
"Donde se cuece la guerra: los Campos de Maniobras de Chinchilla de Montearagón" de Eguzki Bideoak y la Coordinadora por la Desmilitarización de la Sierra de Chinchilla, se explica el malestar social que existe hacia esta parte siniestra de la Sierra. A pesar del infierno bélico que se gesta a unos pocos metros de mi
patch, la vida sigue para delante, conquistando nuevas laderas soleadas y renaciendo de las cenizas del pasado. Los enebros brotan de nuevo en las tierras desnudas y los animales vuelven, muy poco a poco, a sus antiguos territorios que el hombre les arrebató por las talas indiscriminadas. Y así es como la lista de especies de mi
patch crece y crece.