Antropoceno, término que viene del griego (Antropo: hombre y ceno: nuevo) es el término propuesto por los científicos para sustituir al de Holoceno (holo: todo ceno: nuevo). Vaya trabalenguas!!.
Bien veréis. Los científicos dividen la historia geológica de la tierra (del planeta) en varios periodos. El actual, es decir, hoy es un día que pertenece al Periodo Cuaternario y a su vez cada periodo tiene sus subdivisiones llamadas eras y la nuestra, hasta el año 2000, era unánimemente conocida como el Holoceno, es decir la era reciente, que empieza después de la última glaciación (hará unos 12000 años) y llega hasta la actualidad. En esta época es en la que el homo sapiens desarrolla la agricultura y la ganadería, lo que ha llevado a grandes cambios en la ecología del planeta.
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De estos cambios originados en la actividad humana surge la idea del Antropoceno. Así en el año 2000, el premio nobel de química (Galardonado por su trabajo sobre la química de la atmósfera) Paul Crutzen acuña el término, con el que pretende denominar a la actual época geológica, como la era en la que el comportamiento humano se convertido lo suficiente significante como para modificar la historia del planeta, desterrando el antiguo termino con el que se le designaba, Holoceno.
¿Y qué cambios son los que estamos generando?
El Cambio Climático acelerado, la cada vez más preocupante disminución del número de animales, el aumento de la población de humanos y la rápida extinción de especies actuales son los rasgos que definen al Antropoceno y es lo que lleva a que sea también conocido como la Era de las Extinciones.
Hace unos días os hablábamos del Informe Planeta Vivo 2014 que ha publicado recientemente la fundación WWF, en el que se da cuenta de la preocupante situación de la ecología del planeta azul. Y es que en los últimos 40 años:
- La población de vertebrados ha descendido un 52%
- Las especies de agua dulce un 76%
La opinión pública conoce muy bien la delicada situación del lince ibérico, el lobo, el oso pardo, el urogallo o el oso panda, el tigre siberiano. Todos ellos en una preocupante situación y al borde de la desaparición. Pero son solo la parte visible del problema. Es lamentable perder para siempre especies emblemáticas como las citadas, pero centrarnos solo en ellas no va solucionar un problema de mucha más envergadura.
La situación es terrible para muchas otras especies mucho menos conocidas, en las que apenas nos fijamos, con un gran valor y de las que dependemos mucho más directamente para sobrevivir y de las que hasta ahora hemos ignorado su situación, mucho menos raras y por comunes, invisibles.
La producción de alimentos depende en un 75% del proceso de polinización que llevan a cabo las abejas, diezmadas en el hemisferio norte y de los Sirfidos. Las poblaciones de murciélagos también andan en claro retroceso, esto trae como consecuencia la proliferación de enfermedades como la Malaria, enfermedad que se transmite por la picadura de los mosquitos que constituyen uno de los pilares de su alimentación y la aumento de plagas en los cultivos al faltar los agentes biológicos que los controlan naturalmente, teniendo un mayor gasto en pesticidas, con el consecuente aumento de la toxicidad de terrenos cultivados y cosechas.
Fuentes del Centro NERC de Ecología e Hidrología de Oxfordshire abren este problema a otra dimensión, ya que según sus informes entre un 23% y un 35% de las especies de aves, mamíferos y anfibios que utilizamos para nuestra propia alimentación o en laboratorios para estudiar enfermedades, actualmente están en peligro de extinción. Y es que sin darnos cuenta vamos poniendo cerco a nuestra propia existencia.
Y claro ¿quién es el culpable?, el hombre.
Sí. El consumo insostenible está afectando a los ecosistemas dando origen al Cambio Climático, a la destrucción de hábitats y todo esto a un ritmo mucho más rápido de lo que pensábamos, como os contamos ayer. Y no se trata de unos cuantos y bonitos animales emblemáticos, se trata de todas la especies, algunas diminutas como los insectos y gusanos, sin los cuales o podríamos sobrevivir.
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De no hacer nada, especies que hora no están amenazadas pasaran a serlo y las que están en peligro desaparecerán.
Bienvenido al Antropoceno, la era de la extinción.
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