Fecha: 26 septiembre 2016
Asistencia: 200 personas
Artistas Invitados:
Showcase acústico de Biffy Clyro: El lunes que la delicadeza sustituyó a la furia
Este lunes amaneció más lunes que nunca, aupado hasta mi chepa y manteniéndome convenientemente encorvado, con poquita motivación para enfrentar las vicisitudes de la jornada. Pero había, en el horizonte del final de la mañana, un punto motivador al que tratar de aferrarse para salvar los muebles y encontrar la brecha hacia la luz.
Porque a las 13:00 había una cita con la banda escocesa Biffy Clyro, de visita promocional en Madrid para incentivar la venta de entradas de cara a sus conciertos del miércoles 25 de enero en el Sant Jordi Club de Barcelona y el jueves 26 de enero en BarclayCard Center de Madrid (entradas ya a la venta por 30 euros en Live Nation y Ticketmaster).
En una práctica antaño habitual pero ahora cada vez más en desuso, Simon Neil (guitarra, voz), James Johnston (bajo, voces) y Ben Johnston (batería, voces) se dejaban caer por la Sala Truss Live del BarclayCard Center para hacer un pequeño showcase, charlar con los fans y los periodistas y hacerse fotos con todos los que lo pidieron. Derrochando cercanía y amabilidad, con la delicadeza sustituyendo, por una vez, la habitual furia sonora de la que hacen gala. Y precisamente por eso resultó, porque yo hoy no quería guerra, solo encontrar cierta paz. Y la encontré en este momento especial.
Evidentemente es un planazo estupendo para enderezar el lunes tener la posibilidad de asistir a un recital de Biffy Clyro en un local chiquitito y con apenas un par de centenares de asistentes. Es un puntazo que ilusiona y que mantenía a los fans que habían conseguido su invitación en estado de impaciencia infinita. Muchos fans también entre los periodistas y los trabajadores varios de discográficas y promotoras. Es que los lunes son una puta mierda, pero con un concierto guapo a la hora del aperitivo llegas a sentirte agradecido y afortunado por dedicarte a esto (algo que en realidad es constante, claro que sí).
Y bueno, con algo de retraso ha salido el trío para tocar en tres temas de 'Ellipsis', su nuevo disco: 'Howl', 'Medicine' y 'Re-arrange'. Todos interpretados desde una nueva perspectiva, con guitarra acústica, bajo eléctrico y cajón con un pequeño bombo. Con los músicos mirando a los ojos al agraciado público que tan embobado andaba que timorato aplaudía entre los temas. Con la cuarta y última canción, 'Biblical', sí se escucharon leves coros, aunque la verdad es que había más respeto que otra cosa.
De hecho, los propios músicos se han mostrado cercanos y encantados con la silenciosa atención de los fans, que sin duda han aprovechado la ocasión de tener al trío tan cerca y de manera tan exclusiva (después de ganar las invitaciones en las redes sociales en los días previos). Un rato distendido, diferente, seguramente irrepetible, de esos que te reconcilian contigo mismo y que te insuflan ganas de seguir dando guerra.
Ha sido corto, pero ha merecido mucho la pena disfrutar del grupo en otro formato menos feroz y más delicado, pero igualmente sugerente. Una vez terminada la actuación, el grupo ha respondido a las preguntas de fans y periodistas, explicando que, aunque es verdad que en 'Ellipsis' se pueden encontrar elementos nuevos en su música, como la electrónica, ellos creen que todo lo que hacen es rock y siempre vuelven a eso.
"Empezamos como un nuevo capítulo pero siempre seremos un grupo de rock", ha resaltado Simon Neil, quien además ha explicado entre risas que han tardado tres años en regresar con nuevo disco porque estaban esperando a que su pelo creciera lo suficiente para lucir una larga melena.
Más en serio, ha apuntado que "después de seis discos, la tentación es seguir con esa dinámica para mantenerte en la carretera", a pesar de lo cual ellos decidieron parar y cambiar el punto de vista. Eso sí, ha asegurado que nunca más volverán a tomarse un descanso prolongado.
Por último, el vocalista ha afirmado que cada vez que visitan España se sienten "muy bien", al tiempo que ha puesto en valor el hecho de que cada vez tocan en recintos más grandes, algo que ha agradecido a los fans. Para terminar, ante la respuesta de una fan, ha indicado que "sería genial colaborar con Brian Wilson de los Beach Boys". "Pero creo que será complicado", ha apostillado entre risas.
Al término de la ronda de preguntas, los tres integrantes de la banda han dedicado un buen puñado de minutos a fotografiarse con todos los fans que se lo han solicitado, no dudando incluso en bajarse del escenario de la Sala Truss Live para estar más cerca de los suyos. Y con los presentes y con los que no pudieron asistir se han citado el próximo enero en Barcelona y Madrid.
Será menos cercano y delicado pero arderá Troya. Es otra forma de sentir la vida.